El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no tiene previsto reunirse con representantes de Podemos "hasta finales de agosto o principios de septiembre", fecha en la que, según anunció ayer, reanudará los contactos con las fuerzas políticas para buscar sus apoyos en una segunda investidura. Así lo precisó ayer el líder socialista antes de reunirse con organizaciones culturales, dentro de la ronda de contactos que ha venido manteniendo en los últimos días con colectivos sociales, sindicatos y organizaciones empresariales.

"Hablaremos con el PNV, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), las fuerzas nacionalistas de Cataluña y, lógicamente, con Unidas Podemos", precisó el presidente, que al igual que el resto del Gobierno se tomará la semana que viene de vacaciones, aprovechando el puente del 15 de agosto. Cs se quedará con toda seguridad fuera de la ronda -ya anunció días atrás que no iría aunque fuera convocado-, en la que se debatirá con las citadas formaciones el programa para un gobierno "moderno y progresista".

La alusión al PDECat y a ERC como "nacionalistas catalanes" no pasó desapercibida al PP, que de inmediato acuso a Sánchez de "blanquearlos" al evitar llamarles independentistas. El vicesecretario de Participación del PP, Jaime de Olano, fue quien lanzó la acusación y resaltó que varios de los responsables de esas formaciones están procesados por "graves delitos" contra el orden constitucional y por haber "perpetrado un golpe de Estado".

Sánchez se ha "quitado definitivamente la careta", afirmó Olano, quien reclamó que comparezca de nuevo para aclarar "qué está dispuesto a ceder" en su negociación con los independentistas catalanes para que le den su apoyo a la investidura, y si está dispuesto a hablar de indultos o de un referéndum.

Desde Cs, su secretario general, José Manuel Villegas, aseguró que su partido no puede pactar con "el PSOE de Sánchez" y añadió que la única duda sobre la investidura es si el PSOE logra o no un acuerdo con Podemos, pues todo lo demás son "cortinas de humo" y reuniones para "perder el tiempo" y "distraer".

Tras la primera votación de la fallida sesión de investidura de julio, tanto PP como Cs insistieron en que la abstención de Podemos en la primera votación era un "teatrillo" ya que, a su entender, los morados habían cerrado en firme un Gobierno de coalición con el PSOE, como se vería, aseguraron en la segunda votación, que fue la que consumó el fracaso de la investidura.

En nombre de Unidas Podemos, la portavoz de Galicia en Común, Yolanda Díaz, explicó que la formación morada sigue reclamando un gobierno de coalición con el PSOE para apoyar la investidura de Sánchez. Díaz aseguró que Unidas Podemos no tienen miedo a ir a unas segundas elecciones, pero avisó de que si finalmente se convocan otros comicios solo habrá dos posibles resultados: o que Sánchez "entregue la Moncloa a la derecha" o que se "repita la situación que hay" en estos momentos.

El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero acusó a Sánchez de insultar a Podemos y sus votantes con los plazos y modos anunciados ayer. "Tanta arrogancia no es buena cuando necesitas socios", tuiteó Monedero, próximo al líder de Podemos, Pablo Iglesias.