El Open Arms cumplió ayer su octavo día ante las costas de la isla italiana de Lampedusa con 121 migrantes a bordo, rescatados el pasado jueves en el Mediterráneo Central. Italia presiona al Gobierno español para que acoja a los náufragos, mientras que España insiste en que la obligación del capitán de la nave de la ONG española es desembarcar en el puerto seguro más cercano, esto es, en Italia o Malta.

El ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, aseguró ayer que ha escrito "al Gobierno español para que se haga cargo de los 120 a bordo del Open Arms, porque es una ONG española". Esta misma semana, el hombre fuerte del Ejecutivo italiano aseguró que en el tiempo que lleva ante Lampedusa, el Open Arms ha tenido tiempo de llegar a España.

Salvini se mostró dispuesto a bloquear también el acceso a aguas del país del barco Ocean Viking, enviado esta semana a la zona por las ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, al igual que ha hecho con otros varios más en los últimos meses.

Desde Madrid, la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, declaró que lo que desea el Ejecutivo, y lo que debe hacer el capitán del Open Arms es conducir a los inmigrantes al puerto seguro más cercano.

"Es obligación de todo capitán de buque que ve que hay un riesgo en su tripulación conducirlo al puerto seguro más cercano. Descartados los africanos, puede conseguir saber qué puertos son esos y, obviamente, debe 'recepcionar' a esa tripulación en estado de riesgo", subrayó Celáa. Más de 109.000 personas han firmado una petición para que Madrid ofrezca un puerto seguro para un desembarco al que se han ofrecido la Generalitat o la ciudad de Valencia.