El Gobierno está preparando una reforma de la ley de Reconocimiento y Protección a las víctimas del terrorismo de 2011 en la que, entre otras cuestiones, podría incluir multas a aquellos ayuntamientos que no impidan la celebración de actos de recibimiento a presos de ETA.

El delegado el Gobierno en el País Vasco, Jesús Loza, ha explicado a Efe que uno de los objetivos de esta reforma es que no se puedan celebrar actos como los del último fin de semana de julio en las localidades guipuzcoanas de Hernani y Oñati donde fueron recibidos el exdirigente de ETA José Javier Zabaleta, Baldo, tras finalizar su condena de 29 años, y Xabier Ugarte, uno de los secuestradores de José Antonio Ortega Lara, tras cumplir 22 años.

Loza, que ha apelado a la "discreción" y al consenso para poder sacar adelante las reformas, ha reconocido que existe una "preocupación" por la celebración de este tipo de actos sobre los que hay un "limitado recorrido penal" para actuar, por la jurisprudencia creada y por las resoluciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, aunque ha considerado que existen "resquicios".

Ha reconocido la dificultad de actuar en algunos casos porque en ocasiones ya ni se comunican ni se convocan formalmente para que no puedan ser impedidos o sancionados en su caso.

El Ministerio del Interior ya cuenta con un borrador de la reforma que incluye multas para los ayuntamientos que concedan permisos para estos actos o que no actúen para evitarlos, según publica este domingo El Correo.

A juicio de Loza "no hay mejor caldo de cultivo" que el odio para que pudiera haber en un futuro un resurgir del terrorismo y lo que se vio en Oñati y en Hernani "fue una manifestación palmaria del odio que todavía persiste", algo que, a su juicio, también pueden tener en cuenta los tribunales.

Ha recordado que ya ha habido resoluciones judiciales que suspendían actos de manera cautelar a petición de la Delegación del Gobierno, que en varias ocasiones ya ha avisado a algunos ayuntamientos de la próxima salida de la cárcel de presos vecinos de los municipios.

El delegado del Gobierno ha apostado por el "diálogo" y por el consenso, como el que se logró en Euskadi para aprobar la ley de víctimas de 2008, y poder ser así más "proactivos" y evitar actos que son "clarisimamente una humillación a las víctimas y un enaltecimiento del terrorista".

Ha mostrado su convencimiento de que se va a poder llegar a un acuerdo en torno a las reformas legales para evitar este tipo de recibimientos porque, ha dicho, no tiene "ninguna duda de la actitud y la voluntad" del lehendakari, Iñigo Urkullu.

Por último, ha criticado las palabras del coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, sobre la celebración de estos recibimientos y ha considerado que ha habido un "cambio muy importante de estrategia" de la izquierda abertzale.

A su juicio, esta posición de EH Bildu es un "síntoma de debilidad, más que de fortaleza" y se ha preguntado por qué se hacen ahora este tipo de recibimientos y en un pasado reciente a otros expresos, como al que fue jefe de ETA "Mikel Antza", no.