El Gobierno y la asociación de víctimas Covite denunciaron ayer ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional los homenajes tributados durante el fin de semana a dos etarras tras su salida de prisión, que también merecieron la condena del Gobierno vasco, el lendakari y el portavoz del PNV en el Congreso Aitor Esteban.

La Delegación del Gobierno en el País Vasco materializó el anuncio avanzado el domingo por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para que la Fiscalía investigue los recibimientos celebrados en dos pueblos de Guipúzcoa: Hernani, donde se dio la bienvenida al dirigente de ETA José Javier Zabaleta, "Baldo", y Oñati, adonde regresó Xabier Ugarte, uno de los secuestradores del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.

La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, calificó de "inadmisibles" los homenajes por ser una "insoportable afrenta a la sociedad y a las víctimas del terrorismo". El colectivo de afectados por el terrorismo del País Vasco, Covite, llevó los recibimientos a la Audiencia Nacional porque cree que pueden constituir un posible delito de enaltecimiento del terrorismo y de humillación a las víctimas.

Los homenajes a Baldo y Ugarte, merecieron las críticas del Gobierno vasco, que reclamó a la izquierda abertzale que los "deje de hacer de una vez por todas", y del propio lendakari, que los condenó y exigió a sus organizadores un "mínimo de ética".

El diputado de Cs Marcos de Quinto levantó ayer polémica al pedir que el etarra Xabier Ugarte, uno de los secuestradores de Ortega Lara, pase "532 días en un zulo". Escribió en Twitter: "No sé si 22 años en una cómoda prisión española, con toda la seguridad jurídica de nuestra democracia, equivale a 532 días de infierno, de 'corredor de la muerte', esperando cada día el tiro en la nuca, sin información y sin compañeros de celda". Y como un usuario le preguntara si estaba pidiendo, incluso, la pena de muerte para los etarras, remató: "¿Qué tal 532 "días" en un zulo sin garantías de qué pueda sucederte?".