El PSOE dio ayer un paso más en su distanciamiento de Unidas Podemos, y a una semana del comienzo de la sesión de investidura de Pedro Sánchez, el candidato elevó el tono: consideró rotas las negociaciones con el partido de Pablo Iglesias a causa de la consulta "trucada" a las bases moradas, a la que tachó de "mascarada". Sin embargo, Podemos negó las acusaciones del jefe del Ejecutivo y le exigió que vuelva al diálogo, que ellos no dan por terminado.

La número dos socialista, Adriana Lastra, se reúne hoy con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en un contexto distinto, pues los republicanos parecen dispuestos a no desbaratar la investidura de Sánchez, al menos de mano. Y eso que la portavoz de Esquerra reprochó al aspirante su actitud "irresponsable", porque "no busca el diálogo" y "es incapaz de leer correctamente los resultados electorales".

En la semana previa a una investidura que todo indica que será fallida, Sánchez no perdió la oportunidad de pedir de nuevo a PP y a Cs que se abstengan para que su Gobierno no tenga que depender de los independentistas, con los que insistió en que nada piensa negociar. Pero el secretario general del PP, Teodoro García Egea, reiteró que su partido "no le va a regalar" la designación a Sánchez "en ningún caso", ni siquiera si el escenario es el de la repetición electoral. Y el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, juzgó "muy preocupante" que el candidato siga sin sumar votos para su investidura y le llamó a negociar con sus "socios preferentes", en alusión a PUnidas odemos, para buscar una mayoría.

Sánchez fue muy duro con Iglesias en una entrevista en cadena "Ser": acusó a su socio preferente de romper de forma "unilateral" la negociación al convocar su consulta, una "mascarada" que para el líder socialista demuestra la escasa intención de Iglesias para el acuerdo.

Y confirmó que en la última conversación que ambos mantuvieron le ofreció ministerios para "personas cualificadas del ámbito de Podemos" (pero no de la dirección, lo que excluye a Iglesias), a lo que el líder de Podemos respondió tachando la oferta de "idiotez".

Pero, más que nada, Sánchez lamentó que la consulta (obligatoria según los estatutos de Podemos) se convocara antes de que existiera un acuerdo. O la pregunta "absolutamente falsa" que contiene, porque no recoge las últimas ofertas del PSOE a Podemos.

La primera reacción de Podemos a las palabras de Sánchez fue de sorpresa. Después, el secretario de Acción de Gobierno y Acción Institucional del partido, Pablo Echenique, pidió a Sánchez que recupere el "talante negociador" y expresó su confianza en que les llame esta misma semana.

"Nunca está rota la posibilidad de que España sea un país mejor", dijo Echenique, quien lamentó la dureza de las palabras del presidente del Gobierno en funciones. Y pese a todo, el miembro de la dirección morada se mostró convencido de que "al final habrá acuerdo". Izquierda Unida (IU), socio de Podemos, adelantó que "si nada cambia" votará en contra en la investidura.