El desbloqueo de las investiduras de los candidatos del PP a presidir Madrid y Murcia está cerca. Vox anunció ayer que en las próximas semanas será posible un acuerdo después de que Ciudadanos suavizara sus posturas. "Las cosas están cambiando" y se están "rebajando" las posiciones, reconoció ayer Santiago Abascal. En Murcia, el partido de Rivera intenta que Vox se sume a los acuerdos ya cerrados con el PP, sin necesidad de ampliarlos, mientras que la formación ultraderechista renuncia a ocupar cargos en el futuro Ejecutivo para facilitar el acuerdo. "Nosotros somos muy sencillos y muy flexibles y si hay que hacerlo de una manera que a los demás partidos les suponga un menor desgaste, buscaremos la fórmula que sea más satisfactoria para todos", afirmaba ayer el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, para poner de manifiesto la disposición de su partido.

La formación considera que está consiguiendo su objetivo de que se le reconozca su relevancia y el peso de sus votos. "Parece que hay un ánimo de respetar a Vox" y que Cs renuncia al "cordón sanitario" impuesto al partido, se congratulaba ayer Abascal. "Estamos pidiendo muy poquito", añadía al apuntar que su pretensión es garantizar que quienes reclaman su apoyo "no van a deslizarse por la aplicación de políticas de izquierdas".

Los tres partidos se reunieron ayer en la Asamblea Regional de Murcia para tratar de desbloquear la formación de Gobierno regional y conseguir un acuerdo que permita la investidura del popular Fernando López Miras. Pese a este acercamiento, el partido de Rivera intenta convencer a Vox para que se sume al pacto ya suscrito con los populares, con la advertencia de que no modificará lo que ya está firmado. En Madrid el PP propone que los compromisos del acuerdo entre los tres partidos queden reflejados en el diario de sesiones de la Asamblea, algo que rechaza Cs.