La crisis en Ciudadanos continúa. Xavier Pericay, uno de los fundadores del partido, siguió ayer los pasos de Toni Roldán y Javier Nart y dimitió de todos sus cargos, incluido su puesto en la ejecutiva. Eso sí, desligó su decisión del rechazo de los naranjas a facilitar la investidura de Pedro Sánchez y también de los contactos con Vox, cada vez más visibles, pese a la versión que da la cúpula de que solo se reúnen con la extrema derecha para explicarle el contenido de sus acuerdos con el PP.

Pericay, responsable del área de Educación de la ejecutiva de Cs y portavoz en el Parlamento balear la pasada legislatura, achacó su marcha a "cuestiones de funcionamiento interno" del partido y "no tanto a la estrategia y a la política de pactos".

La del filólogo y escritor catalán es la cuarta dimisión de peso en dos semanas en la formación que lidera Albert Rivera, tras la salida de la ejecutiva de Roldán y Nart y la marcha del cabeza de lista en Asturias, Juan Vázquez.

Roldán y Nart renunciaron después de que la dirección ratificara en una votación imprevista mantener el veto a negociar con Sánchez. Pericay dijo ayer discrepar de esta postura y puntualizó que su renuncia no guarda relación con el giro ideológico hacia la derecha del partido en los últimos meses.

"En relación con que si hay o no que pactar con Sánchez, soy de los que creo que no y, por lo tanto, estoy en la línea mayoritaria del partido. En eso, no tengo ningún problema. Mis razones no están vinculadas con esto", explicó en declaraciones a la agencia "Efe".

Según el ya exsecretario de Educación, el no a Sánchez está "perfectamente justificado" y su dimisión tiene que ver más con aspectos internos del partido y con una "pérdida de motivación e ilusión" tras cuatro años al frente del partido en Baleares, donde perdió las primarias en marzo.

A su juicio, Cs tiene unos principios desde su fundación que "en absoluto se han modificado en ningún momento" y que le impiden pactar con Sánchez cuando los socialistas van a gobernar con Geroa Bai en Navarra.

Respecto a Vox, Pericay respaldó que Cs pueda mantener contactos siempre que no alcance acuerdos, ni gobierne "en ningún sitio" con la formación de extrema derecha, lo que, en su opinión, no se ha dado hasta ahora. Romper esta regla, avisó, sería "un grave error" y un paso "profundamente contrario al ideario" de Cs que le llevaría a darse de baja como afiliado.

Según la dirección de Cs, Pericay comunicó hace dos meses su decisión de dejar la ejecutiva tras perder las primarias en Baleares. Pero, con todo, Pericay admitió ayer "cierto desencanto y desazón" por cómo transcurrió la reunión de la cúpula del pasado 24 de junio que llevó a Roldán y a Nart a dimitir. Él no asistió, al estar de viaje.