"Estoy a favor de que se estudie, si lo piden. Pero el presidente del Gobierno siempre tiene más información que nadie". José Luis Rodríguez Zapatero abogó ayer por no descartar la medida de gracia para los presos del procés y reveló que antes del inicio del juicio habló por teléfono con Oriol Junqueras. Fue una conversación de apenas un minuto de la que informó a Pedro Sánchez, aunque "no directamente".

En una entrevista radiofónica, el exjefe del Ejecutivo se definió como un "militante del diálogo y del entendimiento con Cataluña". En su opinión, solo en un "contexto de diálogo podemos alumbrar soluciones" para Cataluña. Eso sí, para favorecerlo, reclamó a los partidos independentistas que "no implementen un plan de acción independentista". Y rechazó el referéndum de autodeterminación, porque sería una "salida falsa".

Admitió después que la sentencia que dictará el Supremo será "decisiva". Sobre el fallo, propuso recibirlo con "racionalidad" para "no comprometer el diálogo". E hizo votos por que "permita recuperar la necesaria y saludable convivencia".

En lo tocante a la investidura y a la búsqueda de apoyos de Pedro Sánchez, Zapatero advirtió que los independentistas "forman parte del arco parlamentario" y, en algunos temas, "puede haber aproximación y acuerdo".

Las declaraciones de Zapatero fueron muy mal recibidas por el PP catalán y con satisfacción con el Govern. El diputado del PP en el Parlament Santi Rodríguez le acusó de ser el "relator y mediador entre el Gobierno y ERC". Pero la portavoz del Govern, Meritxell Budó, propuso a Sánchez que siga el ejemplo del expresidente y se abra al diálogo.