Pedro Sánchez acotó ayer el espacio en el que se mueve la negociación para que los 42 votos de Unidas Podemos (UP) permitan su investidura como presidente del Ejecutivo. El líder socialista dejó claro lo que hasta ahora eran insinuaciones de sus cargos más cercanos al asumir que la formación de Iglesias "tiene todo el derecho de verse representado en el ámbito de la administración pública". Es decir: Unidas Podemos no se sentará en el Consejo de Ministros, aunque puede aspirar a colocar algunos de sus miembros en niveles secundarios de la administración. Al hacer pública esta limitación, Sánchez comienza a concretar aspectos de la negociación con la pretensión de someterse a la investidura en la primera quincena de julio, un plazo al que ayer se refirieron responsables de su partido, aunque el presidente en funciones rechazó anticipar ningún calendario.

En Bruselas, en rueda de prensa tras la cumbre europea, Sánchez expuso que ofrece a Unidas Podemos un acuerdo de cooperación en tres ámbitos: el parlamentario, con el partido morado como "socio preferente"; programático, para poner en marcha juntos "avances sociales" y la "cooperación institucional". Considera que su propuesta es "razonable, sensata y ambiciosa" y, pese a las resistencias de Pablo Iglesias, confía en que sea aceptada. Los socialistas llevan doce meses "gobernando con Podemos" con medidas como la subida del Salario Mínimo o la recuperación de la sanidad universal, prueba de que tienen una "agenda compartida", argumentó Sánchez en favor de la fórmula con la que quiere pactar con la formación morada. Los dos partidos solos no suman los apoyos necesarios para que la investidura salga adelante, por lo que el líder socialista asegura que hay que buscar una fórmula de "cooperación" en lugar de la de Gobierno de coalición que reclama Pablo Iglesias.

De la reunión del líder de Podemos con organizaciones ecologistas celebrada ayer salió la propuesta de que en el nuevo Ejecutivo haya una Vicepresidencia de Sostenibilidad, sin prejuzgar que quien la ocupe sea alguien de la formación morada.

A la investidura, en julio

La apuesta de Iglesias por sentarse en el Consejo de Ministros y la negativa de Sánchez bloquea un acuerdo que es la piedra angular sobre la que el candidato socialista levantaría el resto de los apoyos para su investidura. No hay fecha para dar ese paso, pero "lo más razonable" es que ese debate se abra en el Congreso en las primeras semanas de julio, según afirmaba ayer en una entrevista en RNE secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Rafael Simancas. "No queremos una investidura fallida, pero vamos a ir a una investidura y que cada cual se retrate allí, en función de su responsabilidad", anticipa Simancas, quien asegura que su grupo mantiene conversaciones "permanentes" con diez formaciones, todas las que se sientan en el Congreso excepto Vox, EH Bildu y Coalición Canaria (CC), con la que no volvieron a hablar después de que en el primer encuentro cerraran la puerta a facilitar que Sánchez sea de nuevo jefe del Ejecutivo. La posibilidad de que las dos diputadas canarias apoyen al socialista se volatilizó de forma definitiva con el anuncio del pacto por el que el PSOE desplazará a CC del Gobierno de la comunidad insular después de 26 años.

La posible abstención de EH Bildu es una de las variantes con las que la investidura del aspirante socialistas podría prosperar en la segunda votación, siempre que sume los apoyos de UP (42), PNV (6), Compromís (1) y PRC (1), 173 votos favorables. Enfrente tendría 177 rechazos, a lo que hay que restar los cuatro diputados catalanes suspendidos, al estar en prisión preventiva por el proceso secesionista. Con esa corrección, se produciría un empate a 173, que se evitaría con la abstención de los cuatro diputados de EH Bildu. Dicha abstención arrojaría 173 votos favorables frente a 169 en contra y Sánchez sería presidente. Lo que ocurra con la formación de Gobierno en Navarra puede resultar decisivo para este movimiento. El líder del PP, Pablo Casado, afirmaba ayer que "no se puede comprar un Gobierno autonómico vendiendo Navarra" e instaba a Sánchez a impedirlo.

La otra alternativa a la abstención de Bildu sería la de ERC, también en el aire, aunque los socialistas mantienen abierta la negociación con el grupo republicano catalán.