Pedro Sánchez se arriesgará a una posible investidura fallida sin tener garantizados los apoyos parlamentarios necesarios. El intento será "en breve", según José Luis Ábalos, el "número tres" del PSOE, quien pese al rechazo reiterado insistía ayer en reclamar a PP y a Ciudadanos que faciliten que la legislatura eche a andar.

Ábalos abrió la posibilidad de, transcurrido ya más de mes y medio desde la celebración de las elecciones, no dilatar más el debate de investidura y encarar al resto de las fuerzas con la decisión de respaldar o no a Sánchez. "El presidente y candidato se presentará a la investidura y los apoyos se decidirán en aquel momento. Uno tiene que hacer caso del mandato de las urnas, que no puedes rehuir, no puedes decepcionar, aunque algún otro lo hizo, y del mandato del Rey", afirmó el secretario de Organización del partido. Las negociaciones con otras fuerzas prosiguen, aunque la ausencia de un calendario no impone la urgencia de cerrar acuerdos. Ello, además, con el mapa políticos muy abierto, a la espera de que, una vez constituidos los ayuntamientos, comiencen las conversaciones en torno a los gobiernos autonómicos, que en algunos casos podrían dilatarse hasta bien entrado el mes de julio. Ábalos trató de desvincular la investidura de estos procesos. "No podemos hacer un gobierno ni plantear un proyecto de país a base de situaciones locales, particulares, por muy importantes que sean", afirmó.

El "número tres" del PSOE mostró que todavía existe resistencia a dejar que Unidas Podemos entre en el Ejecutivo a cambio de su respaldo en la investidura. El "gobierno de cooperación", del que Sánchez habló con Iglesias, "no tiene por qué ser un gobierno de coalición" y la decisión de que haya o no ministros de la formación morada "es competencia del presidente en funciones, con la idea de gobierno que él puede ver para España", insistía ayer Ábalos.

"Soy optimista: creo que Pedro Sánchez no nos va a mentir y que más temprano que tarde tendremos un gobierno de coalición que afronte los retos fundamentales de este país y que dé estabilidad a España", sostenía por su parte Pablo Iglesias.

La comparecencia de Ábalos se produjo después de la reunión de la ejecutiva socialista, en la que se valoró el nuevo reparto de poder local tras la constitución de los ayuntamientos. De las cien ciudades más pobladas de España, el PSOE los socialistas consiguieron la alcaldía en 48, el PP en 23 y Ciudadanos en cinco. Entre los 200 municipios con mayor número de habitantes, el PSOE gobierna en 104, trece más que en 2015; de los 394 municipios de más de 20.000 habitantes, gobierna en 213. Con estos y otros datos, Ábalos reivindica la victoria electoral del PSOE "por mucho que muchos piensen que España es Madrid". El secretario de Organización lamentaba que los socialistas no hubieran conseguido el gobierno en más ciudades porque "la derecha no ha tenido reparo en unir sus fuerzas con la extrema derecha". El reproche iba especialmente dirigido a Cs que cerró la puerta a entenderse con el PSOE "a costa incomprensiblemente de perjudicarse a sí mismo" y de renunciar a tener "mucho más poder municipal".