Todo parecía bien atado en Burgos para que el candidato de Ciudadanos, Mario Simón, se hiciese con la Alcaldía, al igual que en Huesca todo apuntaba a que la regidora fuese la aspirante popular Ana Alós. Sin embargo, tras las votaciones, los ganadores fueron finalmente socialistas: Daniel de la Rosa en Burgos y Luis Felipe en Huesca. En ambas plazas el Partido Popular tiene intención de presentar mociones de censura para derribar a los nuevos alcaldes.

Parece claro que en Burgos fueron los dos ediles de Vox los responsables, ya que, en vez de votar a Ciudadanos lo hicieron a su propia candidatura, dejando huella aparente de traición. En Huesca, en cambio, el arma empleada fue el voto en blanco y el concejal de Vox asegura que no fue suyo. Pero los tres de Ciudadanos dicen lo mismo.

No acabó ahí la recogida de frutos tardíos socialistas. En el Ayuntamiento de Badalona, el aspirante popular García Albiol, ganador en las urnas, fue descabalgado in extremis por un pacto entre el alcalde, del PSC, y una candidatura de comunes y ERC.