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La dividida galaxia de los eurófobos tiene sus pilares en Francia, Italia, Polonia y Hungría

Liberales y Verdes son las dos opciones del PPE y los socialdemócratas para compensar sus 78 escaños perdidos y recuperar la mayoría absoluta

Las elecciones de la pasada semana dejan un Parlamento Europeo marcado por al menos tres rasgos: el fin de las largas décadas de alianza entre conservadores (PPE) y socialdemócratas (S&D), el alza incontestable de los partidos eurófobos -con sus raíces en los resultados de Italia (28 escaños), Polonia (23), Francia (22) y Hungría (13)- y la debilidad de estos grupos para acometer el bloqueo de la cámara que ambicionaban.

Todo ello en un marco de elevada participación (50,93% de media en la UE y 64,30% en España) sin precedentes en Europa desde hace 20 años y que en España representa la segunda más alta desde que en 1987 empezaron a celebrarse estos comicios en el país. Ese año, la novedad de la cita en una España que acababa de ingresar en la UE disparó la asistencia a las urnas hasta el 68,9%.

La elevada participación del domingo se explica por la coincidencia con las municipales y autonómicas, pero también por el carácter de segunda vuelta del 28A de la jornada. De hecho, en 1999, año en el que también hubo triple convocatoria, la asistencia a las urnas se quedó en el 63%. Hace cinco años, tras un descenso ininterrumpido convocatoria a convocatoria, solo se acercó a las urnas el 43,8% de los electores españoles, 20,5% menos que anteayer.

El escrutinio de las elecciones disputadas entre el jueves y el domingo ha sido lento y anoche los resultados no eran definitivos. Según los datos totalizados por la Eurocámara, el ganador PPE se alzó con 180 escaños (-37), que sumados a los 145 (-41) de los socialdemócratas (S&D) forman un bloque de 325, con una pérdida de 78 que los deja muy lejos de la mayoría absoluta (376) y de los 403 que ostentaban la pasada legislatura. Es aquí donde harán su trabajo los 12 diputados del PP y los 20 del PSOE.

Para conformar una mayoría estable, el bloque PPE-S&D tiene dos opciones. La primera es aliarse a los liberales de ALDE -con los que han colaborado en numerosas ocasiones-, cuyas 109 actas (+41) le permitirían sumar 434 escaños. ALDE se ha visto reforzado con la incorporación de los 21 diputados del partido del presidente Macron. Sin embargo, también cabe sumarse a Los Verdes, la fuerza que ha experimentado mayor subida -de 52 a 69-, gracias a sus buenos resultados en Alemania, Irlanda, Suecia y Austria. En Alemania, los ecologistas fueron segundos, con un 20,5% que les dio 21 de los 96 escaños en disputa. La alianza con Los Verdes situaría al bloque en 394 escaños.

Con una u otra fórmula, PPE y S&D se aseguran, por ejemplo, que el nombramiento del próximo presidente de la Comisión Europea no se convierta en una pesadilla. A condición, eso sí, de que el candidato escogido por el Consejo Europeo, que debe ser refrendado por la Eurocámara, sea el cabeza de lista propuesto por el PPE o, en su defecto, el de los socialdemócratas o el de la formación con la que ambos partidos pacten.

Porque la realidad es que, una vez que se constituya el bloque mayoritario, los eurófobos tendrán poco margen para bloqueos. Son en total 171 diputados de partidos que en la legislatura saliente estaban repartidos en tres eurogrupos (ECR, EFDD y ENF). Todavía no se sabe cuáles serán los nuevos grupos eurófobos, aunque sí que deberán tener al menos 25 diputados elegidos en siete países.

También se sabe que el ENF de la legislatura saliente es el grupo con más potencial, ya que agrupa a la Liga, el RN francés, la AfD alemana, el FPÖ austriaco, el VB belga o el DS sueco. Sobre esa base quiere el italiano Salvini conformar su Alianza Europea de Pueblos y Naciones, a la que ha invitado también a los diputados del húngaro Orbán (PPE, pero sancionado) y a los del PiS polaco (hasta ahora en el ECR junto a los conservadores británicos).

La tentación podría arrebatar al PPE la condición de primer grupo, pero sólo en la improbable hipótesis de que toda la galaxia eurófoba se unificase. Con todo, ese giro no quitaría la mayoría absoluta a la coalición de populares, socialdemócratas y el socio -liberal, verde o ambos- que elijan. Sin contar de que el "Brexit" se llevará consigo por lo menos 33 eurófobos.

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