El Ministerio de Fomento revisará las alrededor de noventa rutas de autobús regular interurbano del país, según informaron fuentes del sector. El objetivo de esta revisión es adaptar los recorridos de las líneas de autobús a las nuevas demandas de los viajeros y a los retos de este transporte, como son la despoblación de algunas zonas, los cambios en la movilidad o la irrupción de plataformas para compartir coche.

Se trata de los servicios públicos de transporte regular en autobús que Alsa, Avanza y otra treintena de empresas de autobuses prestan en nombre del Estado, a través de contratos de concesión, para garantizar la conexión entre distintas poblaciones del país.

La revisión de este mapa, cuyo diseño data de los años ochenta, supondrá, en función de los casos, modificar algún recorrido, suprimir paradas o articular otras nuevas, o incluso dejar de prestar alguna línea o articular nuevas rutas.

Las noventa líneas unen unas 2.600 poblaciones, entre capitales de origen y destino de cada ruta y sus paradas intermedias, y transportan anualmente unos 29 millones de viajeros, volumen similar al que se mueve en AVE. Suponen una flota de un millar de autobuses para recorrer los 73.673 kilómetros que suman los trayectos de todas las líneas, y generan una facturación anual de unos 330 millones.