La presidenta del Congreso, Ana Pastor, que confesó sentirse "muy orgullosa y honrada" de haber desempeñado esa responsabilidad durante tres años, dijo estar dispuesta a seguir trabajando "con la misma ilusión y ganas" y reconoció que se le quita "una parte de peso de encima" al abandonar esa función.

En declaraciones a los periodistas en Salamanca antes de participar en diversos actos de la campaña electoral, Pastor señaló que desempeñó la presidencia del Congreso de los Diputados durante tres años "lo mejor" que ha podido y que se siente "muy orgullosa y honrada de ello".

Ha matizado que cualquier español "tenía más derecho a estar ahí" y, de cara a la legislatura que se inicia, afirmó que va a "seguir trabajando con la misma ilusión y ganas".

Ha admitido a la vez que "una parte del peso" se le "quita de encima porque han sido tres años más complicados que nunca".