La catástrofe electoral del PP fue este domingo de tal calado que hasta el número tres del partido, Javier Maroto, se quedó fuera del Congreso. Maroto no revalidó el escaño por Álava, uno de los dos únicos que había cosechado el PP vasco en las generales de 2016.
El otro, por Vizcaya, lo malogró la cabeza de lista, Beatriz Fanjul. Y para colmo de males, los populares vascos también se quedaron sin su representante en el Senado.
Ya lo dijo el domingo el propio líder del PP vasco, Alfonso Alonso. Un "mal resultado" que invita al partido a hacer "una reflexión": cómo "recuperar al PP como la gran fuerza del centro político español".
La mejor prueba de la debacle del PP vasco es que el PNV les venció por primera vez en unas generales en el tradicional feudo conservador de Álava, el de Maroto y Alonso, ambos exalcaldes de Vitoria. En 2016, el PP fue segundo en Álava, por detrás de Podemos, y el PNV tercero. El domingo, los nacionalistas, primeros en la provincia, le sacaron a los populares, quintos, cerca de 6.000 votos.
En Madrid, el director de gabinete de Casado, Javier Fernández-Lasquetty, y Mari Mar Blanco tampoco sacan plaza.
Otro diputado que no estará en la constitución de las nuevas Cortes es Pedro Quevedo, de Nueva Canarias (NC), partido que se presentó en coalición con el PSOE en 2015 y 2016. El domingo concurrió con sus solas siglas y no obtuvo representación. En cambio, Coalición Canaria (CC) retuvo el escaño de Ana Oramas y sumó uno más.
Oramas ya advirtió que su partido no prestará sus votos para investir a Pedro Sánchez si le apoyan Unidas Podemos y los independentistas.
Otro que está de estreno es José María Mazón y su formación, el Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Ángel Revilla, que consideró la obtención de un escaño en el Congreso "el mayor éxito en la historia" del PRC.
