Miles de gallegos que se encontrarán fuera de España este domingo 28 de abril no ejercerán su derecho a voto en las elecciones generales. Bien por razones laborales, de estudio o de ocio, el complejo sistema para votar desde el exterior volverá a provocar que miles de electores gallegos se vean "forzados" a la abstención.

La ley electoral española distingue entre los residentes en el extranjero --que deben inscribirse en el Censo Electoral de los Residentes Ausentes (CERA)-- y los electores con domicilio en España que el día de la cita con las urnas se encuentren fuera del país (voto ERTA).

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 1.186 gallegos han completado los trámites para votar en las generales del domingo a través del sistema ERTA. La provincia con más solicitantes es A Coruña con 511, seguida por Pontevedra (471), Lugo (104) y Ourense (100). Un total de 57 solicitudes fueron rechazadas.

Las cifras de 2019 son ligeramente más altas que las registradas en las últimas elecciones a las Cortes, celebradas en junio de 2016, cuando menos de mil gallegos (946) completaron los trámites para poder votar como residente en territorio español pero temporalmente fuera del país.

Para votar, los residentes temporales deben seguir un proceso que, según algunos de los testimonios recogidos por Europa Press, suponen "una yincana", lo que provoca que muchos desistan incluso de intentarlo. "El sistema es una odisea, parece hecho para que no votemos", afirma Adriana Santos, que trabaja desde hace un año en una hotel de Utrecht, en Holanda.

Los interesados deben acudir personalmente a una oficina consular para rellenar los formularios de solicitud de voto como ERTA. En este proceso electoral, la fecha límite para cumplir con este trámite fue el pasado 30 de marzo, a menos de un mes de la cita con las urnas.

El consulado es el encargado de remitir la petición a la delegación provincial del censo electoral de la circunscripción a la que pertenece el elector. La oficina del censo tiene que enviar la documentación electoral a la dirección indicada por el solicitante, que, con los papeles en su mano, ha de enviar el voto por correo a su mesa electoral antes del cierre del plazo, que ha sido ampliado por la JEC hasta en dos ocasiones y concluirá al mediodía de hoy.

Sin embargo, completar este proceso, que en muchas ocasiones depende de la distancia del lugar en el que se encuentre el interesado y el consulado español más cercano, no garantiza que puedan emitir su voto. Uno de los principales problemas que denuncian las personas consultadas por Europa Press es que, en muchas ocasiones, las papeletas no llegan a tiempo.

"Todavía estoy esperando. Creía que ya no sería posible porque el plazo acababa el miércoles. Con la ampliación del plazo para votar por correo hasta el viernes quizá llegue a tiempo, aunque no tengo muchas esperanzas", dice Adriana Santos.

Mientras, Correos atribuye al cierre por las vacaciones de Semana Santa el retraso en la entrega de las papeletas y las largas colas de ciudadanos ante sus oficinas. El director de Operaciones de Correos, Magín Blanco, aseguró que "nadie se quedará sin votar" aunque haya que ampliar el horario de las oficinas.