Ilusión, responsabilidad y compromiso. Son los tres valores que para la ministra de Economía, Nadia Calviño, "guían e inspiran" al Gobierno socialista. La coruñesa acompañó ayer en un acto en su ciudad natal al secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero y a Pilar Cancela y Pablo Arangüena, que encabezan la candidatura del partido al Congreso por la provincia de A Coruña e insistió en que es posible una política social ambiciosa compatible con una gestion responsable de los recursos públicos. Pero para hacerlo rehúye de "fórmulas mágicas" de otros partidos que prometen bajadas históricas de impuestos. "¿Cómo van a hacerlo sin reducir la deuda pública?", señaló la ministra, quien recordó que tras diez años con los indicadores de desigualdad bajo mínimos se están empezando a "curar esas heridas". De ahí que el compromiso del PSOE sea con "las personas" mientras a otros partidos "se les llena la boca hablando de España instigando a unos contra otros pero no les interesan los españoles". Por eso, Calviño aclaró que los socialistas quieren construir el futuro de una España plural y curar las brechas de riqueza, de género, sociales y territoriales que generó la crisis. Y sobre todo, apuesta por la "ilusión" que Sánchez devolvió en solo diez meses dejando atrás un Gobierno del PP "sin energía" que dejaba que "las cosas se resolviesen por inercia. Pese a los logros de estos meses, insta a "no dormirse en los laureles" y consolidar en los próximos cuatro años el proyecto para el cambio del que se sentaron las bases poniendo el foco en "los más vulnerables" con ayudas a los dependientes, sus cuidadores o los parados de más de 52 años.

Calviño cerró un acto en el que el líder de los socialistas gallegos, Gonzalo?Caballero, instó a una "movilización masiva" para seguir con "el avance del progreso social" y combatir "tres papeletas" -PP, C's y Vox- que son "un riesgo para la involución". Prefiere ser prudente y avisa de que el domingo" por un voto se puede tener un susto como en Andalucía y será tarde para arrepentirse". Además, confía en que una primera victoria ahora puede ser el principio del fin de Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta, al que calificó como "líder del cinismo y el marketing político".

Para ello, ve necesario recuperar la confianza de los "votantes progresistas" que querían estar más a la izquierda del PSOE y apostaron por fuerzas emergentes que hoy están "más mareadas y desnortadas" que nunca.