El president Torra insistió ayer, en su declaración institucional de Sant Jordi, en pedir la mediación internacional para solucionar el conflicto político en Cataluña. En su tradicional discurso, desde la Galería Gótica del Palau de la Generalitat, Torra llamó a "renovar, con más fuerza aún, la lucha por el retorno y la victoria de la libertad". El president cambió del catalán al inglés para reclamar a la comunidad internacional que medie en el conflicto, en unos "tiempos difíciles", con exconsellers del Govern en "la cárcel o en el exilio por la represión del Reino de España".

Torra encontró una fuerte réplica política. La ministra Meritxell Batet, acotó el conflicto catalán como "una crisis interna" y reclama "valentía" para "buscar acuerdos dentro del marco constitucional y estatutario". La cabeza de lista de Cs por Barcelona, Inés Arrimadas considera que los soberanistas "son muy pesados, ni el día de Sant Jordi", y defendió que solo "los libros, las rosas y los catalanes" deben tener el protagonismo. "La declaración de Torra pretende contaminar también Sant Jordi. El nacionalismo es como una peste", afirmó Cayetana Álvarez de Toledo (PP).