Tres exconsejeros del Govern que dimitieron o fueron destituidos en julio de 2017 negaron ayer en el juicio del "procés" que en el momento de su salida del Ejecutivo estuviera sobre la mesa la imposición de la vía unilateral y la celebración de un referéndum no acordado. No obstante, el extitular de Interior Jordi Jané admitió que renunció al cargo ante la "eventualidad" de que en el futuro pudiera "no darse un contexto de acuerdo".

A preguntas de la acusación particular, que ejerce Vox, Jané no quiso vincular directamente su marcha con la "inminente celebración del referéndum del 1 de octubre", como le sugirió el abogado del partido de extrema derecha, Juan Cremades, en su pregunta más directa. Se zafó de la cuestión atribuyendo su renuncia a la "intensidad" del cargo, que "te absorbe muchísimo", a que "había una cierta sensación de que podía producirse" una crisis de gobierno y a que juzgaba "cumplidos" los objetivos que se había marcado.

Y cuando el 14 de julio de 2017 abandonó el Govern de Puigdemont seguía "convencido" de que se alcanzaría "algún tipo de solución acordada", con todo y que a primeros del mes anterior ya se había puesto fecha y pregunta al referéndum. "No me planteaba esa vía", le respondió al fiscal Jaime Moreno cuando le inquirió sobre la vía unilateral.

Lo mismo

La también exconsejera Meritxell Ruiz declaró, punto por punto, lo mismo. "Le dije al presidente que no quería seguir", respondió a Cremades. "¿Tenía algo que ver con el referéndum?", le inquirió el letrado de la acusación popular. "No, no directamente". Y, como Jané, insistió en que "en ningún momento" se le "planteó la vía unilateral como posible".

El exconsejero Jordi Baiget reiteró lo afirmado por sus excompañeros: no se hablaba de vía unilateral. Pero su testifical fue más jugosa, ya que a él lo fulminó Puigdemont por perder la fe en el "procés" y dudar en una entrevista de que el referéndum fuera a celebrarse. Tuvo miedo. "En aquellos tiempos", recordó, "ya se estaba hablando de una posible cárcel". Y no ocultó el motivo de su defenestración: "A mí me cesó el president de la Generalitat aduciendo falta de confianza. Es lo que me dijo y es lo que yo puedo decir".

Dos mandos de los Mossos, también citados por Vox, declararon sobre los incidentes del 20-S, pero sus testimonios fueron menos inculpatorios para los acusados que favorables a sus defensas.