Tres exconsellers que salieron del Govern en julio de 2017 han reconocido este martes que dimitieron o fueron destituidos por las consecuencias que podría acarrear un referéndum no pactado con el Estado, pese a que en el Ejecutivo catalán no se mentaba entonces la opción de la vía unilateral.

Jordi Jané (Interior), Jordi Baiget (Empresa) y Meritxell Ruiz (Educación) han testificado ante el tribunal del "procés" para dar cuenta de las razones que estuvieron detrás de sus salidas del Govern, el mismo día que el vicepresidente Pere Aragonès ha rechazado declarar, una vez que la sala le ha eximido de hacerlo por su compleja situación procesal, porque aún podría acabar imputado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Sin referirse de manera explícita y directa al 1-O, los exconsellers han admitido que la eventualidad de un referéndum no pactado constituyó uno de los motivos que justificaron sus salidas del Gobierno catalán, aunque la forma no fue la misma pues Jané y Ruiz dimitieron y Baiget fue destituido por Carles Puigdemont.

Este último fue el primero en salir del Ejecutivo cuando el 3 de julio el expresidente le cesó de manera fulminante apenas unas horas después de que se publicara una entrevista en la que abría la puerta a hacer "alguna cosa diferente que se puede parecer al 9N" y admitía temer por su patrimonio familiar ante posibles acciones judiciales.

Puigdemont aludió a "motivos de falta de confianza", ha dicho, de manera que existe "una causa efecto" entre su entrevista y el cese.

"Lo que creo es que se tenía que ir a un proceso pactado, sí", ha señalado Baiget, para quien existían "diversas fórmulas que podían ser útiles" para cumplir con el compromiso del Govern con el pueblo catalán de decidir su futuro, tales como unas elecciones o un 9N.

Pero Baiget ha negado que la vía unilateral estuviera sobre la mesa aquel momento, una tesis que también han sostenido Jané y Ruiz, pese a que todos estuvieron presentes cuando Puigdemont presentó la pregunta y la fecha del referéndum el 9 de junio, algo que a juicio de los testigos no implicaba renunciar al acuerdo con el Estado.

El exconseller de Interior ha vinculado principalmente su dimisión a motivos personales, como la "dedicación tan intensa" que le requería el cargo, o técnicos, como era su sensación de haber "finalizado una etapa" y ver que se habían cumplido varios objetivos que se había marcado al principio de su mandato.

Pero preguntado por si una de las razones de su dimisión fue que no se quería ver envuelto en un proceso de un referéndum unilateral, ha dicho que "ante la eventualidad de que en un futuro no haya un contexto de acuerdo", él comunicó su "intención de no continuar", porque él siempre pensó "que se llegaría a algún acuerdo antes".

Ruiz ha seguido el guión marcado por Jané. Aprovechando la remodelación del Govern, ella se apartó porque creía que su trabajo en la consellería había finalizado, por "el peso del día a día" que exigía su departamento y para dedicarle más tiempo a sus hijos.

Aunque tras dejar constancia de que "en ningún momento la vía unilateral fue una idea posible", ha aludido a la "tensión dialéctica" que podría derivarse de un escenario no pactado.

"Intentamos llegar a un acuerdo pero no llegábamos y no se que escenario se abriría. Me costaba verme en esa tensión, porque el mío era un encargo muy técnico y creí que yo podía aportar poco en ese escenario", ha explicado la exconsellera, que salió del Ejecutivo catalán el 14 de julio, como Jané, y Neus Munté (Presidencia).

Quien no ha declarado ha sido el vicepresident, Pere Aragonès, después de que el tribunal haya atendido su petición de no hacerlo al considerar compleja su situación procesal, ya que si bien el TSJ de Cataluña rechazó investigarle, podría acabar imputado si el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona aprecia nuevos indicios contra el por su participación en el 1-O y lo remite de nuevo al alto tribunal catalán, competente por ser aforado.

Aragonès remitió ayer un escrito al Supremo en el que, según ha explicado el presidente del tribunal, Manuel Marchena, el actual vicepresident "expresa el propósito de no declarar en la medida en que se considera objeto de imputaciones materiales que no han ido acompañadas de una imputación formal" por el TSJC.

Y dirigiéndose a Aragonès, ha señalado: "Entendemos que por más que haya sido rechazada por considerarla insuficiente, puede dibujar escenario en que usted tenga interés en no declarar. Si manifiesta deseo de no declarar, hemos terminado"

"Manifiesto mi deseo de no declarar", ha respondido Aragonès