La gestión de Pedro Sánchez al frente del Gobierno de España durante sus diez meses en Moncloa no convence a la mayoría de españoles, aunque la valoración ciudadana hacia el Ejecutivo socialista ha mejorado sensiblemente respecto a septiembre de 2018. Así se desprende del sondeo realizado por el Instituto DYM Politics para Prensa Ibérica, grupo editor de este diario, y "El Independiente".

Según estos datos, un 21,9% de los ciudadanos considera "buena" la actuación del Gobierno desde la moción de censura, cuando en septiembre del año pasado ese porcentaje no llegaba a la mitad (10,9%). Pese a todo, un 72,5% de los españoles valora como "mala" o "regular" la gestión socialista. Entre aquellos declarados como votantes del PSOE y de Podemos, la aceptación es mucho mayor y además ha crecido en estos últimos meses. Ahora casi la mitad de socialistas (48,2%) y un 40% de los votantes morados aprueban a Pedro Sánchez, cuando en septiembre ese apoyo se reducía a la mitad. En cualquier caso, estos datos bajan drásticamente si nos desplazamos hacia la derecha, donde un 67% de los que votaron al PP y un 54% de los que dieron su apoyo a Rivera suspenden la tarea del Gobierno.

La gestión económica del Ejecutivo es considerada "mala" por un 42,9% de los españoles mientras que solo un 13,3% la dan por "buena". Casi cuatro de cada diez, por su parte, la califican como "regular". Por votantes, los más críticos vuelven a ser los de PP (67,4%) y Ciudadanos (50,9%), mientras que entre los propios socialistas tampoco convence. Casi la mitad (45,7%) la considera "regular" y solo un tercio "buena".

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Cataluña, símbolo de polarización

En cuanto a la actuación del Gobierno respecto al conflicto catalán, los datos reflejan la polarización que existe tanto en la política como en la calle: más apoyo entre quienes secundaban su estrategia en septiembre y menos entre quienes ya la criticaban entonces. En porcentajes absolutos, un 45% de los españoles creen que Sánchez ha cedido ante el independentismo, mientras un 42,2% opina lo contrario.

Si ampliamos esta fotografía, observamos el alejamiento de las posturas. Por partidos, casi nueve de cada diez votantes populares y un 80% de los de Ciudadanos creen que el Gobierno socialista se ha plegado a los intereses soberanistas. Sin embargo, entre los de PSOE y Podemos, la opinión es justo la opuesta: seis de cada diez socialistas y un 77,9% de los de Podemos apoyan la gestión del Ejecutivo y no cree que haya habido cesiones.

Otra cuestión que ha marcado la breve legislatura de Sánchez ha sido la exhumación de Franco del Valle de los Caídos. La mayoría aquí es contraria a sacar los restos del dictador del templo, aunque el margen es estrecho, 44,5% se opone y un 40,6% lo apoya. Los más contrarios a la exhumación son los populares (84,2% en contra) mientras que los votantes de Podemos son quienes mejor acogen la medida (75,7% de apoyo). Llama la atención el escaso respaldo que la propuesta recoge entre el propio electorado socialista (58,3%).

Las generales del 28A están llenas de incógnitas y lo único seguro parece la necesidad de pactar tras los comicios. Los partidos mantienen la intriga, aunque algunos como Ciudadanos ya han anunciado que no pactarán con Sánchez. Ese veto de Rivera a los socialistas no gusta a un 41,3% de los españoles, que rechaza el movimiento de Cs, mientras un 36,7% lo apoya. Pero si ponemos la lupa a los números, vemos cómo el "cordón sanitario" al PSOE gusta más entre los votantes del PP que entre los naranjas, que parecen más divididos.

Incluso en la preferencia de pactos postelectorales, los de Ciudadanos muestran un mayor respaldo a un Gobierno de los suyos con los socialistas que a un Ejecutivo naranja junto a los populares. Tampoco parece haber cuajado el "cordón sanitario" al PSOE entre los indecisos que se posicionan como "centristas", ya que el 40% lo rechaza y solo el 29% lo respalda.

Sin duda, otro de los ejes sobre los que está rotando la campaña es Vox. Y al respecto de la catalogación del partido presidido por Santiago Abascal, los españoles lo tienen claro: es un partido de extrema derecha. Así lo considera el 71% de la ciudadanía, mientras que en torno a uno de cada cinco españoles no coinciden con esta etiqueta. Sin embargo, entre los votantes del PP la percepción de Vox divide. De hecho, una mayoría -aunque muy ajustada- defiende que el partido no está en el extremo del espectro.

Preguntados por las razones de la irrupción de esta formación, los españoles creen que es debido a su posición contraria a la entrada de inmigrantes irregulares, alineada con las tesis más duras que predominan en Europa, como Italia o Hungría. Sin embargo, quienes tienen planeado dar su voto al partido de Abascal aseguran casi por unanimidad que lo harán por su defensa de la unidad de España.

Precisamente uno de los caballos de batalla de Vox es su oposición al modelo autonómico del Estado. Algo con lo que no coincide la mayoría de ciudadanos. Un 47,1% se oponen a recortar competencias a las comunidades autónomas, mientras un 40,6% están a favor de adelgazar sus poderes. Aquí se detecta una clara división por bloques ideológicos. Mientras los votantes de PSOE y Podemos están en contra de una disminución del papel de las autonomías (51,5% y 69,5% respectivamente), los electores de PP y Ciudadanos se muestra favorables a la centralización (68,7% y 67,6% respectivamente).

El día después del 28A

La gobernabilidad después de las elecciones es la gran incógnita que plantean estos comicios. Ante una hipotética victoria de Sánchez pero sin alcanzar una mayoría para gobernar en solitario, los españoles creen que el actual presidente pactaría con Unidas Podemos y con los independentistas (37,6%) antes que únicamente con la formación de Pablo Iglesias (26%). Solo un 17% de los ciudadanos cree que los socialistas terminarán gobernando con el partido de Albert Rivera.

En cualquier caso, el Ejecutivo preferido por los españoles sería la coalición del PSOE con Unidas Podemos, dejando al margen al soberanismo. Esta opción es la preferida por uno de cada cinco españoles y supera a la opción de PSOE con Ciudadanos (16,3%) y la de PP con los naranjas (15,7%). Desgranado por votantes, destaca cómo pese al veto anunciado por su partido, los votantes de Ciudadanos prefieren pactar con el PSOE antes que con el PP, mientras que los de Unidas Podemos priorizan un pacto con el PSOE ante uno con Cs.