Galicia encadena nueve años perdiendo población. Arrancó 2019 con menos de 2,7 millones de habitantes y la previsión es que en 2033 esté por debajo de los 2,5 millones de vecinos. Desde 1987, en la comunidad se registran más defunciones que nacimientos y solo la entrada de emigrantes ayuda a aliviar la sangría demográfica.

Una cuarta parte de Galicia parece un páramo. Una realidad "vaciada" que suma 575 parroquias y en la que apenas viven 10 o menos vecinos por kilómetro cuadrado, si se toma el indicador que utilizan los geógrafos para hablar de "desierto". Solo el 1,5% de los gallegos viven -o sobreviven- allí. En casi la mitad del territorio, residen 20 o menos personas.

Son datos más que suficientes, y habría muchos más que ilustran la crisis demográfica de Galicia, para que los partidos pongan soluciones encima de la mesa. Además, la comunidad gallega no es una excepción. No es la única que pierde año tras año población, que sufre el abandono del rural y el envejecimiento del censo.

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La crisis demográfica se ha hecho un hueco en los programas de las grandes formaciones políticas. Ha sido la fuerza de los hechos. Ningún partido la obvia, sea por convicción o por la nueva realidad de la aritmética electoral y el súbito protagonismo que han adquirido los escaños de la llamada "España vacía".

| Partido Popular. Los populares se enfrentarían al "envejecimiento y la masculinización" del campo despoblado definiendo "un modelo de financiación autonómica que tenga en cuenta el coste efectivo de los servicios", apostando por la garantía de "la igualdad de oportunidades y libertades para todos los españoles, independientemente de dónde residan", o por la dinamización económica y el fomento del emprendimiento en el mundo rural, la cobertura plena de internet en todo el territorio y la potenciación de la formación profesional dual "vinculada al tejido empresarial local" de los municipios más desfavorecidos demográficamente.

| Partido Socialista. El programa socialista coincide en la "plena conectividad territorial", opta por "asegurar una apropiada prestación de servicios básicos a toda la población en condiciones de equidad" y promete "incorporar el impacto y la perspectiva demográfica en la elaboración de leyes, planes y programas de inversión". Sus ideas se concretan en la necesidad de "mejorar la competitividad y facilitar el desarrollo de nuevas actividades económicas y el fomento del emprendimiento", en el medio rural, con especiales referencias a las mujeres, a la conciliación de la vida laboral y la personal y a los jóvenes.

| Unidas Podemos. La coalición de izquierdas resume sus propuestas en una "apuesta por la generación de empleo de calidad basado en el aprovechamiento de las oportunidades de la economía verde, así como en sectores de mercado de alto valor añadido a través de un cambio de modelo productivo" para fijar y atraer población joven, así como "el fomento de las comunicaciones internas en la región o de la comunicación centro-alas con transporte público, acompañada de extensión de los servicios al medio rural".

| En Marea. El partido de Luís Villares propone una Lei de Montaña que blinde servicios básicos en los entornos rurales y así ayudar a fijar población en las zonas más deshabitadas. También plantea dedicar "fondos extraordinarios para atajar" la sangría demográfica y defender en Europa una PAC (Política Agraria Común) que proteja a las explotaciones pequeñas y medianas e impulse la agroecología. En Marea sugiere un plan de apoyo a la rehabilitación de viviendas en el rural y programas específicos para el acceso de jóvenes a la vivienda en el rural. Además apuesta por crear una de dinamizadores sociales que "lleven al rural cultura, actividades, vida, ?".

| El Bloque. Los nacionalistas gallegos abogan por un Plan Retorna para impulsar la vuelta Galicia de los miles de jóvenes emigrados por la crisis económica. También defienden dar una compensación económica para quienes reduzcan jornada para cuidar de sus hijos y aprobar una renta durante la excedencia de los padres para educar a sus críos. Para fijar población en el rural, la formación de Ana Pontón entiende que hay que pasar por la economía, es decir mantener y crear empleo en el rural, y así demanda "medias de vigilancia e intervención que garanticen precios dignos en el sector lácteo".

| Ciudadanos. El "plan naranja contra la despoblación" incluye medidas concretas con mucho acento en lo fiscal: bajar el sesenta por ciento el IRP en los municipios en riesgo de despoblación, una tarifas "superreducidas" o bonificaciones fiscales para las mujeres y jóvenes autónomos de municipios de menos de 5.000 habitantes, así como la garantía de sanidad y dependencia en el medio rural, el cierre de la brecha digital o la eliminación de impuestos para el relevo generacional en las explotaciones agrarias.

| Vox. Propone una ayuda directa de un mínimo de cien euros al mes por hijo a cargo mientras éstos sean menores de edad y una batería de subvenciones de necesidades y servicios para las familias numerosas.