El presidente Pedro Sánchez cree que está a punto de lograr un gobierno socialista que dependa de sus propias fuerzas, aunque hable con todos los grupos parlamentarios: "Lo tenemos muy cerca", sostuvo, tras advertir de que "lo otro son tres siglas, una derecha y cero futuro".

Sánchez, que congregó a unas 2.000 personas en el pabellón Gran Canaria Arena de las Palmas de Gran Canaria, aludió así a encuestas como la publicada ayer en La Vanguardia, que da la mayoría parlamentaria al PSOE con Podemos, PNV y Compromís.

El candidato socialista defendió que España necesita ese gobierno que dé al país "cuatro años de estabilidad", que "dependa de su propia fuerza parlamentaria", que "apueste por las conquistas sociales" y que "hable con todos", siempre "dentro de la Constitución y del Estatuto de Autonomía".

Constitución

"Que lo sepan todos los grupos", subrayó en respuesta a los independentistas y también a los que le acusan de pactar con ellos.

La de hoy es la segunda jornada que pasa el candidato socialista en Canarias, donde visitó sus dos provincias.

En las Palmas de Gran Canaria, donde los asistentes se mostraron especialmente entusiastas, el PSOE aspira a arrebatarle a Nueva Canarias el escaño que consiguió en 2016 cuando los dos partidos se presentaron juntos.

En esa ocasión, el PSOE-NC obtuvo dos diputados, Podemos otros dos, el PP tres y Cs uno.

Con numerosos guiños locales en su discurso, no solo de reconocimiento a las "papas arrugás", sino también de crítica al Gobierno autonómico de Coalición Canaria, Sánchez se quejó de que nunca recibió un voto afirmativo de esta formación en las reformas que ha llevado a cabo en sus diez meses de mandato.

Dijo también que el Gobierno canario "hace lo mismo que la derecha española, que van a mentira por hora y a insulto por minuto", y que los socialistas van a "liderar el cambio político" en las elecciones municipales y autonómicas de mayo porque "respetan" Canarias.

Al acto acudieron el veterano Gerónimo Saavedra, ministro con Felipe González al que Sánchez se refirió como un "extraordinario ministro y un magnifico presidente de Canarias" y Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia con Zapatero.

Ambos recibieron una fuerte ovación, igual que Sánchez cuando defendió la necesidad de regular la eutanasia para reconocer la "libertad para el buen morir y la dignidad".

Tras hacer hincapié en que el PP, Cs y Vox "se parecen como tres gotas de agua", repitió el que es su principal mensaje de campaña: "Nos estamos jugando si queremos avanzar o retroceder cuarenta años".

Subrayó que a los socialistas no les "basta con una vitoria", sino que necesitan una "gran mayoría parlamentaria que dé estabilidad" al país, y por eso apeló "al voto de los que alguna vez en cuarenta años votaron al PSOE pero luego se fueron a la abstención y singularmente a los que no le han votado nunca".

A estos les dijo que, aunque él no sea su candidato preferido, puede que "visto lo visto" y escuchando lo que dice, lleguen a la conclusión de que el suyo es el único proyecto "cabal, sensato y moderado".

"Lo otro son tres siglas, una derecha y cero futuro", aseveró en un acto en el que también intervinieron el secretario general del PSOE de Gran Canaria, Chano Franquis; la cabeza de lista al Congreso por Las Palmas, Elena Máñez, y el líder de los socialistas canarios y candidato a la presidencia del gobierno canario, Ángel Víctor Torres.