En caso de conflicto, independencia. Esa fue la respuesta de Carles Puigdemont a la advertencia de los mandos de los Mossos de que seguir adelante con el referéndum ilegal era exponerse a incidentes violentos el 1 de octubre de 2017. El comisario Ferran López, quien quedó al frente del cuerpo policial catalán después de que la Generalitat fuera intervenida por el Gobierno de Rajoy con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, aseguró ayer en el Tribunal Supremo que el entonces presidente afirmó en una reunión previa a la consulta que "si había conflicto declaraba de inmediato la independencia".

En la sesión de ayer del juicio a los líderes del proceso secesionista, siete guardias civiles narraron los incidentes en que vieron envueltos cuando trataban de cerrar centros de votación. Uno de ellos aseguró que intentaron arrebatarle el arma.

El comisario Ferran López era el "segundo" del mayor Josep Lluis Trapero en la época en que el Govern de Puigdemont pisaba el acelerador hacia la consulta previa a la secesión. Ahora vuelve a ser el "número dos" de los Mossos tras el tiempo en que ejerció de máximo responsable del cuerpo, durante la intervención de la Generalitat. La declaración de López ante el Supremo siguió ayer la senda abierta por los miembros de la cúpula de la policía autonómica que en jornadas precedentes ya aportaron su testimonio: los comisarios Castellví y Queveo, y el propio mayor Trapero.

Al igual que los anteriores, López expuso que los mandos policiales eran conscientes de con la convocatoria del referéndum "nos dirigíamos a una escenario conflictivo". Los Mossos sufrían lo que denominó "una insólita situación de desamparo gubernamental" por las ambiguas declaraciones entre otros de su máximo responsable, el conseller Forn, sobre su papel en la consulta ilegal. López relató de nuevo la reunión en la que los cinco integrantes de la cúpula del cuerpo, con Trapero al frente, advirtieron al presidente, a Junqueras y a Forn de la posibilidad de incidente violentos y pidieron la suspensión del referéndum.

Ante ello "Puigdemont dijo que si había conflicto declaraba de inmediato la independencia", contó López, para quien aquella afirmación del entonces jefe de la Generalitat supuso "cerrar con estrépito la ventana de la esperanza" de la desconvocatoria.

En contra de las críticas a la inacción de los Mossos que reiteradamente se vienen escuchando por parte de miembros de todo rango de la Guardia Civil y Policía Nacional, López insistió en que el 1-O cumplieron con la tarea que tenían asignada. El coronel Diego López de los Cobos, máximo responsable del operativo ante el referéndum y al que Trapero se resistió a subordinarse, fue uno de los objetivos de su testimonio. A preguntas del fiscal Zaragoza, el comisario aseguró que el propio De los Cobos "validó el dispositivo" diseñado por los Mossos para el domingo de la consulta. López reconoció que las tensiones entre Trapero y el coronel de la Guardia Civil terminaron por hacer que él asumiera la representación del cuerpo en las reuniones de coordinación. Aseguró no entender la razón de que, en la jornada de la consulta, De los Cobos decidiera suspender sin explicaciones los encuentros previstos para unificar la acción de las fuerza policiales. El asunto se convirtió en un tabú y nunca preguntó al coronel sobre él, en las ocasiones en que después coincidieron, para evitar que ello pudiera enturbiar más las relaciones entre ambos cuerpos. La contradicción entre lo que contó el comisario y el testimonio que en su días prestó De los Cobos fue tan abierta que Xavier Melero, el abogado de Forn llegó a pedir un careo entre ambos en la sala, cuestión pendiente de decisión por parte del tribunal.

Tras el largo testimonio de Ferran López, declararon guardias civiles heridos en los incidentes del 1-O. Mientras Andreu Van den Eynde, el defensor de Oriol Junqueras, dibujaba con sus preguntas un escenario en el que los agentes irrumpieron con fuerza en una residencia de la tercera edad en la que se jugaba a las cartas, uno de los efectivos narró el intento de arrebatarle su arma. "Tiraron del cable antihurto que va unido a la pistola y al cinturón, lo arrancaron, asieron el arma por la empuñadura e intentaron tirar de ella, pero por mucho que tire uno no sale si no sabes el mecanismo, y gracias a Dios que no salió", relató.