El exdirector general de la Policía, Ignacio Cosidó, asegura que no le consta ningún tipo de espionaje policial al líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante la etapa en que actuó la llamada "policía patriótica", que ahora investiga la Audiencia Nacional.

El móvil robado a una asesora del líder de Podemos que apareció en los registros la operación Tándem, en la que fue detenido Villarejo, vincula el seguimiento a Iglesias con posibles actividades ilegales de la policía en la época en que, con Jorge Fernández al frente del Ministerio del Interior, Cosidó era su máximo responsable. Por más que se desmarque de esa actividad, el antiguo director general de la Policía resulta incómodo para el PP, que lo ha dejado fuera de sus listas electorales, pese a que hasta la disolución de las Cortes era el portavoz popular en el Senado. Desde esa posición emitió el mensaje que arruinó la posibilidad de que el juez Manuel Marchena presidiera el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), como habían consensuado populares y socialistas.

Incumplimientos

Cosidó se centró ayer en Ceuta en denunciar los incumplimiento del Gobierno de Sánchez con guardias civiles y policías nacionales al no proceder a la equiparación de sus retribuciones con las de los cuerpos autonómicos.

El presidente del grupo Zeta, Antonio Asensio, considera un "tema menor" su declaración ayer en la Audiencia Nacional como testigo por el robo del móvil a la asesora de Iglesias, cuyos datos acabaron en poder de Villarejo.