El Congreso despidió ayer con un homenaje concurrido y emotivo al ponente constitucional José Pedro Pérez-Llorca, fallecido el 6 de marzo. Todos los intervinientes pusieron de manifiesto la deuda con su figura y su papel en la Transición, que va mucho más allá de la redacción de la Carta Magna. Fue su hijo Pedro Pérez-Llorca quien, en una intervención llena de las referencias culturales que envolvieron a su progenitor, definió a su padre como un "hombre valiente", cargado de sabiduría y que tuvo "una muerte muy gallarda". La presidenta del Congreso, Ana Pastor; el del Senado, Pío García-Escudero, y los dos "padres" de la Constitución todavía vivos, Miguel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, perfilaron al político y jurista gaditano como una figura fundamental en la reciente historia de España.