El president Joaquim Torra podría quedar inhabilitado para el ejercicio de cargo público si prospera la querella interpuesta por la Fiscalía contra él por desatender los requerimientos de la Junta Electoral Central (JEC) para que retirase las pancartas en favor de los líderes soberanistas encarcelados que colgaban en las fachadas de numerosos edificios públicos.

El mandatario catalán mantuvo su desafío hasta ayer mismo, cuando apenas a tres horas de que venciera el plazo para que los Mossos tuvieran que intervenir para retirar el cartel, optó por quitarlo del balcón del Palau de la Generalitat. Horas después colgó una nueva pancarta en defensa de la libertad de expresión, sobre cuya legalidad existen dudas.

La Fiscal General del Estado, María José Segarra, ordenó ayer a la Fiscalía de Cataluña que se querelle contra Torra por hacer caso omiso de los acuerdos de la Junta Electoral Central, que acusa al jefe del Govern de "incumplimiento consciente y reiterado" de sus prescripciones sobre los lazos amarillos.

El proceder de Torra, sobre el que por su condición de aforado tendría que pronunciarse el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, encaja en un delito de desobediencia, que podría acabar con la inhabilitación del ahora president de la Generalitat para el ejercicio de cargo público por un período que oscilaría entre los seis meses y los dos años.

Torra respondió con el anuncio de un recurso ante el Tribunal Supremo contra las decisiones de la JEC, en el que se piden medidas cautelares para paralizar la decisión de retirar los lazos amarillos y las esteladas, y una querella contra la instancia arbitral de los procesos electorales por presunta prevaricación.

"Triunfo" de Ciudadanos

Ciudadanos celebró ayer como un "triunfo"suyo la supresión de los lazos amarillos del exteriores de los edificios públicos catalanes. "Fue Cs quien instó al Govern que cumpliese con la legalidad. Hizo de Estado en Cataluña, ante la ausencia del Estado", afirmaba el portavoz de la formación naranja en el Parlament, Carlos Carrizosa.

Desde el Partido Popular, su líder, Pablo Casado, criticó la "rebeldía" de Torra y su "intento grotesco" de sortear las decisiones de la Junta Electoral Central.

La cabeza de lista de los populares por Barcelona a las elecciones generales, Cayetana Álvarez de Toledo, considera que los lazos amarillos son una afrenta al Estado y "una soga que se pretende enroscar al cuello de la mitad de los catalanes".

El Govern está haciendo un uso "partidista y vergonzante" de las instituciones, de lo que el máximo responsable es el president Torra, afirmó por su parte la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet.