Joaquim Torra respondió ayer al consejo del Síndic de Greuges (el Defensor del Pueblo catalán) de retirar los lazos amarillos con un ambiguo comunicado en el que da a entender que lo hará, pues habla de "seguir las recomendaciones" de la institución, al tiempo que se reafirma en que él "no da ni dará ninguna orden" en el sentido en que se lo ha exigido la Junta Electoral Central (JEC).

Sin embargo, esa orden es la misma que le aconseja acatar el Síndic, Rafael Ribó: retirar la simbología independentista. En su nota de respuesta a la "recomendación" de Ribó, Torra no explica cómo se retirarán los lazos y las banderas "estelades".

El president había incumplido los plazos de la JEC, que se volverá a reunir hoy para decidir si activa alguno de los escenarios previstos en caso de desobediencia: remitir el caso a la Fiscalía, abrir expediente o instar a los Mossos a retirar los símbolos.

Según fuentes de diversas "consejerías", Torra estudia una alternativa simbólica que podría pasar por colocar, en lugar de lazos y "estelades", flores, adhesivos u otros elementos de color amarillo en las dependencias de la Generalitat, informa "Efe".

Ribó elaboró un informe por encargado de Torra, y en él sostiene que en los edificios públicos ha de haber "plena libertad de expresión", salvo durante "el periodo electoral", cuando está "de acuerdo" con la JEC en que ha de retirarse la simbología partidista.

Para preservar su independencia, el Síndic reveló a los medios que su informe ya estaba elaborado, de oficio, el pasado viernes, con las mismas conclusiones, y que Torra conocía su contenido porque tuvieron una conversación telefónica al respecto.

Aclaraciones

Sin embargo, ese día Ribó optó por no hacerlo público porque el president le pidió una serie de "clarificaciones", que se resolvieron ayer.

En concreto, las aclaraciones que le pidió Torra eran dos: qué se entendía por periodo electoral y qué sucedía en el caso de los edificios de la Generalitat que están gestionados por personal público o funcionarios.

El Síndic le contestó que el periodo electoral va desde el momento de la convocatoria de los comicios hasta la finalización de la votación, y sobre los funcionarios le indicó que, si bien tienen derecho a la libertad de expresión en su puesto de trabajo, la administración puede circunscribirlo a "determinados espacios del interior de la dependencia" para garantizar la coexistencia de este derecho y el de una "administración neutral".

La portavoz del Govern, Elsa Artadi, había explicado el martes que el presidente catalán "seguirá las recomendaciones" del Síndic "esté o no de acuerdo con su posicionamiento".