La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha anunciado este viernes que los restos del dictador Francisco Franco serán exhumados del Valle de los Caídos y trasladados al cementerio de El Pardo el próximo 10 de junio, siempre y cuando el Tribunal Supremo no lo suspenda antes como consecuencia del recurso presentado por la familia, al que ha presentado alegaciones la Abogacía del Estado.

Calvo ha hecho este anuncio en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde ha explicado que el proceso se llevará a cabo sin "comunicación ni convocatoria pública" y se adoptarán las medidas necesarias para evitar el uso de medios de captación y reproducción de imagen y sonido, ya que el fin es poder "preservar la intimidad" de la participación de la familia y "de los restos del dictador".

Pese a ello, el Ejecutivo sí que ha previsto la posibilidad de que la familia, "si quiere", celebre una "íntima" ceremonia en el lugar de la reinhumación acorde a sus preferencias religiosas, resaltando que sólo será "para los familiares".

La vicepresidenta ha justificado que, con esta decisión, el Gobierno concluye el proceso abierto para el traslado de los restos del dictador que contempla la Ley de Memoria Histórica, insistiendo en varias ocasiones de que el Ejecutivo ejerce sus competencias con independencia de las decisiones que adopten otros órganos, en referencia al Tribunal Supremo.

Con ello, la fecha elegida ha sido el 10 de junio y los restos serán enterrados de nuevo en el panteón de Mingorrubio, de titularidad estatal, ubicado en el cementerio de El Pardo (Madrid); donde además están ya enterrados los de la mujer del dictador, Carmen Polo.

El objetivo ha sido separar la exhumación de las elecciones del 28 de abril y del 26 de mayo y "garantizar así el transcurso de un tiempo suficiente para salvaguardar el derecho constitucional a la tutela judicial efectiva de los interesados". "Ello sin perjuicio de que dicha fecha pueda ser pospuesta si el Tribunal Supremo suspendiera y/o anulara el acuerdo, en el seno del procedimiento contencioso en curso", aclara el Gobierno.

La vicepresidenta ha explicado que la decisión tampoco depende del resultado de las elecciones generales de abril ya que, si entonces hubiera un Gobierno diferente que quisiera revocar la exhumación, tendría que modificar la ley que la sustenta. "Para cualquier Gobierno que esté el 10 de junio, a menos que haya modificado la norma que obliga a hacerlo, lo tiene que hacer", ha subrayado.

"La Iglesia no se opone"

Carmen Calvo ha rechazado además que el proceso para exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos haya sufrido retrasos o vaivenes políticos y ha defendido que hubiera sido más rápido si la familia del dictador hubiese "asumido la aplicación de la ley".

"La familia y su entorno han utilizado los procedimientos procesales para articular su discrepancia de aplicación de la ley. Estamos en un país garantista desde todo punto de vista", ha subrayado indicando que "eso ha ido obligando a todos los plazos de tiempo".

Además, ha insistido en varias ocasiones en que la Iglesia ya ha adelantado que no se opondrá a la exhumación de los restos de la Basílica del Valle de los Caídos y acatará la decisión que tome el órgano oportuno, "que es el Consejo de Ministros".

En cuanto a la licencia urbanística para levantar la lápida bajo la que se encuentran los restos, que fue suspendida por un juzgado de lo contencioso-administrativo, fuentes del Gobierno han recordado que el asunto fue estudiado por 17 jueces y solo uno de ellos la ha aceptado. Por ello, la Abogacía del Estado va a solicitar que se acumulen todas las causas, lo que debe hacer ante el primer juez que resolvió el asunto.

El Valle de los Caídos, un lugar de memoria y reposo

La vicepresidenta ha celebrado que este paso pondrá fin a la situación "extraña de la democracia española" que mantenía a un dictador "en situación de exaltación", que ha recordado fue rechazado tanto por el grupo de expertos que abordó el asunto en 2011 como por organizaciones internacionales como Naciones Unidas.

En este sentido, ha explicado que "lo urgente" era sacar a Franco del Valle de los Caídos y ya después abordar el futuro del entorno, que para el Gobierno debe permanecer como un lugar de "memoria y recuerdo" de las víctimas de la Guerra Civil de ambos bandos allí enterradas.

"Iremos por partes. Hemos empezado por lo más urgente, que era sacar los restos del dictador, que perturban a las verdaderas víctimas de ambos bandos. Para después convertirlo en un lugar de reposo y respeto que hasta ahora no ha tenido", ha enfatizado.