El gran peso político de Xabier Arzalluz, fallecido el jueves, quedó ayer patente en la masiva despedida que recibió en su funeral en Azkoitia. El lendakari Urkullu encabezó la representación institucional, y no faltaron líderes del independentismo catalán y el gallego -representado por Xosé Manuel Beiras-, ni del PSE, pero no del Partido Popular. El féretro accedió al templo, seguido de sus familiares, por un pasillo de ikurriñas que portaban varios jóvenes, entre los aplausos de quienes esperaban en el exterior y el grito de "Gora Euskadi askatuta (Viva Euskadi libre)" de un simpatizante.Sus restos mortales reposarán en Galdakao (Bizkaia).