A Ada Colau se le agotaron ayer los elogios sobre la jornada del 1 de octubre. "Hermoso" y "maravilloso" le pareció a la alcaldesa de Barcelona el referéndum, que "autoorganizaron millones de personas", no los acusados, y que terminó con "horribles" y "brutales" intervenciones policiales. Colau se deshizo en alabanzas a Jordi Cuixart: "Se me parte el alma viendo a Cuixart en prisión preventiva, como el resto de acusados". Y añadió: "Si (los procesados) están aquí por el 1-O, aquí deberíamos estar millones de personas". Sobre los registros y detenciones del 20-S, la regidora dijo que "había una sensación de estado de excepción". Afirmación que por la tarde corroboró Xavier Domènech, del partido de Colau, al asegurar que ese día el Gobierno "entró en una lógica de guerra".
