Joan Tardà ha asegurado que lo que sucedió el 20 de septiembre de 2017 en la Consellería de Economía fue una concentración "absolutamente espontánea", "pacífica" y sin violencia pues "ni la unidad de España ni la independencia de Cataluña valen una mínima violencia".

Tardá ha sido el primer testigo en comparecer ante el tribunal a petición de la acusación popular que ejerce Vox, que este martes debuta en el juicio una vez que todos los acusados se negaron en los interrogatorios a responder sus preguntas, y de la defensa del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

Nada más comenzar, Tardá, que luce un lazo amarillo y ha sido advertido de que no tenía derecho a declarar en catalán, ha manifestado que "este juicio es una venganza", momento en el que el presidente del tribunal, Manuel Marchena, le ha recordado que los testigos no pueden emitir valoraciones, sino ceñirse a los hechos.

Respecto al 20 de septiembre de 2017, el diputado ha contado que se dirigía al hospital porque estaba de baja por una fractura en un brazo cuando se enteró por la radio de lo que estaba ocurriendo en la sede de Economía, de manera que decidió acercarse y participar pese a que "tenía el húmero roto y mucho dolor".

"El 20S fue absolutamente espontáneo pero sin ningún escenario de tensión", ha dicho Tardá, que pronunció un discurso a la gente que estaba en Economía a los que conminó a no caer en ninguna provocación y evitar cualquier violencia.

Y ha añadido: "No me sentí violentado por nadie ni que nadie me violentara, ni las personas que estuvieron a mi lado estuvieran tensas".

Para Tardá, a quien la Fiscalía no ha preguntado, aquello "no era un escenario de tensión, más bien de una indignación de estar viviendo una situación absolutamente anómala" y, desde su punto de vista, "inmerecida".

Respecto al referéndum del 1-O, que ha calificado como uno de los momentos "más emotivos" de su vida, Tardá ha criticado que la entonces diputada del PSOE y actual ministra de Defensa, Margarita Robles, presentara una interpelación en el Congreso para "reprobar la represión" contra el referéndum y la retirara después del discurso del 3 de octubre el rey Felipe VI que la "legitimaba".

Según Tardà, con la iniciativa del PSOE "queda claro que la sorpresa y la indignación" por la intervención policial del 1-O "no solo afectaba a quienes lo habíamos vivido física y directamente sino a cualquier demócrata, incluso a personas tan alejadas de nuestras tesis como Robles".

Por ese motivo, el diputado de ERC ha lamentado el "escenario surrealista" actual, en que el Gobierno socialista "lo que hace es publicitar ante el mundo que los hechos del 1 de octubre represivos son una noticia falsa. Eso no cuadra", ha considerado.

El diputado de ERC ha asegurado que desconoce el documento Enfocats sobre la hoja de ruta independentista y que durante los hechos participó en todas las reuniones de su partido, pero nada más.