El interrogatorio de Carme Forcadell, que cerró ayer las declaraciones de los 12 acusados en el juicio, orbitó en torno a dos asuntos. El carácter de la declaración de independencia (DUI) y el principal: si ella, como presidenta que era del Parlament, vulneró los mandatos del Tribunal Constitucional (TC) que la conminaban a detener el "procés". Forcadell dijo que "respeta" a la corte de garantías y que ningún miembro de la Mesa tuvo nunca "la voluntad de desoír" sus mandatos. Pero en su descargo dijo que el TC "nos estaba pidiendo que fuésemos un órgano censor", y eso, a su juicio, "no lo puede hacer la Mesa de un Parlamento: debe favorecer el debate".

Para Forcadell, "la palabra en el Parlamento tiene que ser libre. No se puede permitir que la censura entre en un parlamento, porque, si no, estaríamos socavando el sistema democrático".

Siguiendo la misma línea de argumentación, y sin admitir jamás que desobedeciera al intérprete de la Carta Magna, la expresidenta del Parlament expuso en su declaración -en un interrogatorio inusualmente duro de la fiscal Consuelo Madrigal- que ella y el resto de la Mesa tenían "la obligación de defender la inviolabilidad parlamentaria, la libertad de expresión, el derecho a la iniciativa de los diputados y a la soberanía del Parlament".

"¿Está usted por encima del TC?", le preguntó entonces Madrigal, visiblemente molesta, como ya lo había estado antes porque Forcadell se desviaba del objeto de las preguntas. La acusada lo negó, pero aprovechó para explayarse: "El Gobierno ha desoído en numerosas ocasiones al TC, la Fiscalía ha desoído al TC. Este tribunal ha desoído al TC... Y en ningún momento han pretendido desoír al TC. Han tenido que valorar bienes superiores y esto es lo que le pasaba a la Mesa: teníamos que valorar los derechos fundamentales que defiende la Constitución".

Pero no se privó de decir que "en los últimos años" el TC se ha "politizado" y para "juzgar determinados temas relacionados con Cataluña ha usado criterios políticos, no jurídicos".

"¿Se declaró la independencia de Cataluña el 27-O?", le preguntó en otro momento la fiscal. "Se aprobaron dos propuestas de resolución y se leyó un preámbulo (con la declaración de independencia) que era una declaración política, sin consecuencias jurídicas". "¿Cuando dice 'política', a qué se refiere, a que era mentira, de broma, teatro, un sainete, una farsa?", atacó Madrigal. "A que era política. No sé si considera que la política es una farsa, un sainete, entonces sí. Para mí es una cosa seria y era una declaración política", contestó Forcadell.