El exconseller catalán de Empresa Santi Vila ha sostenido este jueves que la consulta del 1-O "muta claramente a una gran movilización política", una vez fue suspendida por el Tribunal Constitucional, por lo que él "nunca más" lo reconoció como un referéndum.

En respuesta al fiscal del Tribunal Supremo Fidel Cadena, Vila ha asegurado tener la "convicción" de que ni él ni sus compañeros tomaron decisión alguna relacionada con el 1-O después de que se suspendiera y ha apuntado que el referéndum fue fruto de una "lógica gubernamental" con la que el Govern pretendía "tensar la cuerda" para negociar con el Gobierno.

Además, Vila ha hecho autocrítica de las decisiones de los independentistas: "Tendríamos que haber hecho las cosas de otra forma, soy crítico y autocrítico".

Vila ha admitido que "lo que ocurrió en Cataluña es impropio de una sociedad avanzada y moderna", por lo que cree que se tendrían que "haber hecho las cosas de forma muy distinta" y así se habría evitado el juicio por el 'procés'.

En respuesta a la abogada del Estado, Rosa María Seaone, Vila ha afirmado que es "evidente" que si se pudiera volver atrás "se habrían hecho las cosas de forma muy distinta", algo de lo que cree también están convencidos "los españoles de buena fe".

"Si fuera ahora, igual haríamos las cosas de otra manera y habríamos encauzado el conflicto de otra manera", ha redundado Vila, que cree que de esa forma se habría podido evitar que los miembros del Govern se sienten ahora ante el Tribunal Supremo.

El exconseller, que afronta siete años de cárcel por desobediencia y malversación, se ha mostrado convencido de que, "al final, la solución en Cataluña pasará por que los catalanes puedan votar".

"Votar sobre el autogobierno, sobre cómo mejorar el autogobierno. ¿Sobre la soberanía no? Bueno, ya veremos", ha señalado Vila, que cree que es una "obligación política encauzar" la reivindicación "cívica y persistente" de más de dos millones de ciudadanos.

Tras revelar que el Govern apostó por seguir adelante con el referéndum "en términos de mal menor", Vila ha advertido de que, si no hubiera sido por las actuaciones policiales "desproporcionadas e innecesarias", seguramente "no habría ido a votar tanta gente".

En ese sentido, ha lamentado que actuación del Gobierno para impedir el 1-O fuera "algo tan poco acorde con un Estado democrático y moderno como es España".

El Govern cedió a la "presión de las rede sociales"

Vila ha asegurado también que el 25 de octubre se acostó convencido de que se rechazaba la vía unilateral, pero que ante "el clima de tensión" del día siguiente, el Govern "no supo gestionar esto emocionalmente" y acabó cediendo "a la presión de las redes sociales" para proclamar la independencia.

El exconseller ha explicado que a mitad de octubre "se inició una aproximación con interlocutores políticos, religiosos y del mundo de la empresa, que de buena fe, sin ningún interés espurio, querían evitar el despropósito, que esto acabara mal".

Ha querido dejar claro que lo llevó a cabo "por orden de Puigdemont" y "con pleno conocimiento de algunos miembros del gobierno y dirigentes de mi partido, porque había mucho más moderado y centrista en los dos gobiernos que lo que a veces se relata".

Y que estaban, ha dicho, "muy muy comprometidos en intentar buscar la manera de encauzar lo que parecía un conflicto institucional impropio de nuestros tiempos modernos".

Y así fue, según ha dicho, que se acostó el 25 de octubre "con esa sensación de paz interior" de que lo habían conseguido y de que "no vamos a tomar ninguna decisión unilateral".

Vila estaba convencido de que "no se iba a hacer ningún tipo de declaración que, aunque fuera solo formal o política, pudiera resultar ofensiva o inflamatoria". Pensaba que se iban a elecciones.