El Rey defendió ayer el derecho como base primordial de la democracia, lo que provocó diversas réplicas desde el ámbito del soberanismo catalán. "No es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del Derecho, pues sin el respeto a las leyes no existe ni convivencia ni democracia, sino inseguridad, arbitrariedad y, en definitiva, quiebra de los principios morales y cívicos de la sociedad", afirmó Felipe VI en la clausura del Congreso Mundial del Derecho.

"Sin democracia el derecho no sería legítimo, pero sin derecho la democracia no sería real ni efectiva", afirmó el monarca en el Teatro Real, en el cierre de una cita que congregó en Madrid a unos 2.000 juristas de 77 países. Felipe VI defendió entonces el papel sustancial del derecho en la democracia. La afirmación de que "no es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del Derecho" coloca a Felipe VI frente al discurso de defensa de algunos de los líderes que ahora se sientan en el banquillo del Supremo por la intentona soberanista catalana, quienes apelan al mandato democrático para justificar que desoyeran las reiteradas advertencias de ilegalidad del proceso que estaban llevando a cabo. El monarca no citó para nada esta circunstancia, pese a lo cual su intervención fue objeto de diversas réplicas. Si el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, afirmaba la semana pasada que "la democracia está por encima de cualquier ley", ayer el presidente del Parlament, Roger Torrent contestaba a Felipe VI que "lo que es inadmisible es el Estado utilizando los tribunales contra la voluntad democrática de la ciudadanía". Fue el expresidente Puigdemont quien realizó la réplica más directa al acusar al Rey de confundir ley con democracia. "Franco respetó la ley cuando nombró a Juan Carlos I como sucesor. Por ello su hijo muestra esta obsesión a confundir la ley con la democracia (que por otro lado no es una confusión inocente)", escribió en Twitter.

Felipe VI agradeció el premio que le concedió la Asociación Mundial de Juristas y que consideró un reconocimiento a la democracia constitucional española y a quienes lideraron la Transición. En representación de todos ellos, el monarca mencionó al expresidente del Gobierno Felipe González, quien intervino previamente. A diferencia del Rey, González sí realizó alusiones directas al conflicto catalán. Es "mentira" y un "engaño", que fuera de la Constitución se ejerza la democracia. El texto de 1978 es "resistente y resiliente" frente a las "andanadas" que recibe, dijo el expresidente en alusión al desafío independentista en Cataluña. González hizo también una cerrada defensa de Felipe VI y aseguró que "algunas de las críticas al Rey no son por su papel como jefe del Estado, sino que esconden la no aceptación de que hay un demos soberano, que somos todos los españoles, para decidir nuestro futuro".

El Congreso Mundial del Derecho alerta en sus conclusiones contra los populismos y nacionalismos excluyentes que amenazan el modelo democrático. "No se puede apelar a la democracia por encima del derecho", figura en el texto final del congreso, en línea con los discursos de quienes participaron en el acto de clausura, al que asistió el presidente portugués, Rebelo de Sousa.