Pedro Sánchez cree que su historia como líder socialista -por dos veces- es también "la del triunfo de la democracia" en el PSOE, un partido en el que se sintió desde el principio como un "intruso" al que las élites no querían pero que tuvo el apoyo incontestable de la militancia.

Así lo cuenta el presidente del Gobierno en su libro 'Manual de resistencia', que sale este martes ha salido a la venta y en el que relata su periplo en el partido y otros hechos como la moción de censura que le llevó a La Moncloa y sus primeras medidas al frente del Ejecutivo.

En este libro (Ediciones Península), que ve la luz el mismo día en que ha dado el pistoletazo a su precampaña con un acto en Madrid, Sánchez reconoce que tuvo desde el principio en su carrera por el liderazgo "esa incómoda sensación de intruso" y cree que la "dirigencia" del partido le consideraba un "outsider ajeno a las élites".

Considera, por ejemplo, que aunque la militancia le diera la Secretaría General en 2014 esa "élite" no le concedió nunca legitimidad, pero pone en valor que se acabara demostrando, con las segundas primarias que ganó en 2017, que los "verdaderos propietarios" del partido son los militantes.

Son varias las ocasiones en las que Sánchez hace reproches a los 'barones' socialistas o alude a su falta de entendimiento con ellos por su forma de dirigir el partido.

Aunque admite que cometió errores en su primera etapa, cree que el partido estaba "demasiado descentralizado" y los líderes territoriales tenían un poder superior al del secretario general, y por eso defiende haber tratado de tener siempre una dirección federal "fuerte" que demostrase que el partido tiene un "proyecto nacional creíble.

Sánchez niega que en 2014 pactara con Susana Díaz su apoyo a la Secretaría General a cambio de que ella fuese candidata a La Moncloa.

Lamenta también los numerosos "desplantes" que tuvo en aquella primera etapa pero defiende en todo momento su posición, sobre todo cuando en 2016 se empeñó en defender que el PSOE no podía abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy, porque el partido se estaba jugando su "razón de ser", su "credibilidad" y su papel como alternativa de Gobierno.

En el libro, Sánchez relata con detalle todos aquellos momentos, también el tiempo que va desde su dimisión el 1 de octubre de 2016 hasta su nueva victoria en primarias el 21 de mayo de 2017.

Y cita a todos los que le apoyaron en aquellos meses, desde su entonces jefe de Gabinete Juanma Serrano y su responsable de prensa Maritcha Ruiz Mateos, a los que llama sus "pilares emocionales" y a dirigentes como Josep Borrell o José Luis Ábalos, que le animó a presentarse por el "inmenso capital político de coherencia" que había acumulado.

De su victoria interna, además, destaca que fue posible por la movilización sin precedentes de la militancia, que demostró su "energía y entusiasmo" y a pesar de los medios de comunicación que, en su opinión, tomaron partido en su contra.

En esta crónica contada en primera persona, Pedro Sánchez cree que con su victoria en la moción de censura y la vuelta del PSOE al Gobierno quedó zanjado el combate en la hegemonía de la izquierda.

Y considera que se ha abierto otra pugna en la derecha, que no está acostumbrada a esta fragmentación, para lamentar también que el discurso de a ultraderecha -por la irrupción de Vox- está condicionando y "extremando" a la derecha clásica.

Todos los protagonistas políticos de estos años están en el libro del presidente del Gobierno.

De Albert Rivera, por ejemplo, recuerda la relación fluida que tuvo con él al principio, cuando llegaron a pactar su investidura, que resultó fallida, pero al inicio del libro ya le define como una persona no fiable cuando lamenta su posición actual, que considera más a la derecha, y le acusa de "intoxicar" a los medios en los días previos a la moción de censura que no quiso apoyar.

De Pablo Iglesias reconoce su mala relación al principio, cuando no consiguieron "superar la barrera de la desconfianza", y lamenta, en un episodio titulado "el cambio mató al cambio", que Podemos no quisiese apoyarle.

Aunque también valora su apoyo sin condiciones en la moción de censura. Y asegura que sin condiciones fue también el voto a favor del independentismo catalán.

No se olvida Pedro Sánchez en este libro de su predecesor, Mariano Rajoy, con quien acabó teniendo una buena relación a raíz de su acercamiento frente al desafío soberanista.

Y asegura que fue duro para él desalojar a Rajoy de La Moncloa cuando éste se negó a dimitir.