La derrota parlamentaria de los Presupuestos para este año sentenció ayer al Gobierno y, por extensión, la legislatura. El soberanismo mantuvo su rechazo a la Cuentas y votó alineado con PP Ciudadanos, lo que cierra las posibilidades de continuidad del Ejecutivo. Pese a ello, el presidente Sánchez mantiene la incógnita sobre la fecha en que convocará elecciones anticipadas, algo que podría resolver mañana "oyendo al Consejo de Ministros", según la vicepresidenta Carmen Calvo.

Las seis enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Ciudadanos, ERC, PDeCAT, Foro Asturias y Coalición Canarias prosperaron pasado el mediodía de ayer, después de un intenso debate. Los llamamientos de última hora de Podemos y PNV a los soberanistas catalanes para que reconsiderasen su posición no consiguieron que Esquerra y los posconvergentes dieran marcha atrás en su intento de que el Gobierno asumiera su exigencia de hablar de autodeterminación en la mesa del diálogo sobre el conflicto catalán, que negociaban con el Ejecutivo de Sánchez.

Los soberanistas rechazaron ayer la responsabilidad de haber sido quienes apuntillaron al frágil Gobierno salido de la moción de censura contra Mariano Rajoy, que se sustentaba sobre una mayoría contingente y que, desde entonces, saltó en repetidas ocasiones por los aires. Aunque ninguna con el alcaide ayer al decaer los Presupuestos.

El tratamiento preferente que Cataluña tenía en el proyecto presupuestario, encaminado a obtener el apoyo soberanista, deja en el aire 1.500 millones en transferencias a la Generalitat y 900 en inversión. La patronal Fomento del Trabajo afirmaba anoche que el rechazo a las Cuentas "afectará negativamente a la economía catalana".

La patronal catalana ha lamentado que prosperaran las enmiendas a la totalidad de PP, Cs, PDeCAT, ERC, Coalición Canaria y Foro Asturias que han derribado el proyecto de cuentas públicas presentado por el Gobierno tras el pacto del PSOE y Unidos Podemos.

Considera que este escenario "incrementa la inestabilidad política" y cree que podría producirse un adelantamiento electoral.

"Esta inestabilidad política perjudica a la economía y más en un momento de desaceleración economía", ha lamentado, y ha recordado que habían manifestado sus dudas sobre el proyecto de finanzas de Pedro Sánchez, especialmente por la subida de impuestos.

Con todo, habían defendido que los grupos en el Congreso permitieran su tramitación para poder negociarlos vía enmiendas otorgando una "estabilidad política que habría permitido un diálogo más sereno y razonado".

El primer y fallido examen de los Presupuestos en el Congreso abrió además otro frente en la crisis de Podemos cuando una diputada de En Marea, su confluencia gallega, respaldó las enmiendas de totalidad contribuyendo a tumbar el proyecto.

Existe práctica unanimidad en que lo ocurrido ayer en el Congreso abre la puerta a unas elecciones generales anticipadas. La incógnita es cuándo y solo puede despejarla Pedro Sánchez. Abril entró en el calendario electoral el lunes pasado. Desde la Moncloa, como presión a los soberanistas ante sus persistencia en el rechazo a las Cuentas, se filtró el lunes como fecha posible el 14 de abril, el primer domingo hábil tras respetar los 54 días que han de mediar entre la convocatoria de comicios y su celebración. Como alternativa, se baraja también el 28 de abril, a poco más de un mes del 26 de mayo, cuando ya están convocadas elecciones europeas, autonómicas y municipales.

El que ya se conoce como el "superdomingo" electoral desagrada a los barones y alcaldes socialistas, convencidos de que el conflicto catalán monopolizará la campaña y tendrán escaso margen para defender sus propias políticas. La posibilidad de resistir hasta el otoño sin presupuestos decae ante la constatación de que esos meses serían un tiempo políticamente muerto, al resultar muy difícil que el Ejecutivo obtuviera respaldo suficiente para sacar adelante algunas de sus iniciativas por la vía del real decreto.

La circunstancia de que el presidente Sánchez disponga de margen de tiempo suficiente para la convocatoria -hasta el martes próximo no tendría que llamar a las urnas en el caso de que el 14 de abril fuera la fecha elegida- agranda la incógnita sobre la fecha posible, algo que podría despejarse mañana, según anticipaban ayer varios de sus ministros.