El exvicepresidente catalán Oriol Junqueras se ha presentado ante el Tribunal Supremo como "un preso político" que va ser juzgado en "un juicio político. Asimismo, ha negado todas las acusaciones que pesan contra él en el juicio por el proceso independentista y ha llegado a afirmar que las acusaciones "retuercen la argumentación" y "no se sustentan", aseverando que "nada de lo que han hecho es delito", porque "votar no es delito, pero sí impedirlo por la fuerza".

El político independentista ha hecho un alegato en defensa del derecho de autodeterminación y ha cuestionado las resoluciones del Tribunal Constitucional, al que ha llegado a calificar como "elemento censor".

Algo nervioso, levantando la voz en ocasiones, gesticulando mucho y con respuestas perfectamente preparadas, Junqueras ha respondido así, en castellano, a las preguntas de su abogado, ya que se ha acogido a su derecho a no declarar a la Fiscalía y al resto de acusaciones alegando que se debe a sus votantes.

"Las acusaciones retuercen la argumentación. Nada de lo que hemos hecho es delito. Votar en un referéndum no es delito. Y de los delitos que se nos quieren atribuir no hemos hecho ninguno. Las acusaciones dirán lo que crean más oportuno, pero estoy absolutamente en desacuerdo. Es una argumentación forzada, no se sustenta", ha subrayado Junqueras subiendo el tono de voz.

Más adelante, en otra pregunta de su abogado, el exvicepresidente ha insistido en esta idea y ha ido más allá: "Votar no es delito; impedir por la fuerza que la gente vote, sí. Votar no es delito porque no está en el Código Penal. Estamos convencidos de que las urnas son un elementos imprescindible en asuntos políticos", ha argumentado, apuntando después que esta es la razón por la que en la consulta del 9 de noviembre de 2014 "a nadie se le ocurrió impedirla por la fuerza, afortunadamente, pero que sucedió desgraciadamente el 1-O".

El Ministerio Público acusa a Junqueras de rebelión y malversación de caudales públicos y solicita 25 años de prisión para él. La acusación popular que ejerce Vox sube la petición hasta 74 años de cárcel al incluir también el delito de organización criminal. La Abogacía del Estado, por su parte, sólo acusa de sedición y malversación y reclama 12 años de prisión.

Ya en la primera pregunta, Junqueras ha enumerado los cargos que ha ocupado desde que se dedica a la política y tras recordar que fue cesado como vicepresidente de la Generalitat en virtud de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, ha afirmado que se considera un "preso político".

"Buenas personas"

Tras exponer de forma extensa sus ideas independentistas y recordar que su partido, ERC, siempre ha incluido en sus programas electorales la aspiración de lograr la independencia de Cataluña, Junqueras se ha definido a sí mismo y a sus compañeros acusados como "buenas personas" y por eso ha defendido que "nunca, nunca, nunca" han recurrido o planteado la violencia como medio para conseguir este objetivo.

"Si se nos lee, si se nos escucha, nadie puede tener duda alguna de que siempre siempre hemos rechazado la violencia. Y lo seguiremos haciendo. Cualquier objetivo político noble puede resultar inmoral si los mecanismos que se usan para conseguirlo son indecentes. Esto es válido para Cataluña, para la Corona española, para Europa... Preservaremos estos valores mucho antes que nuestro objetivo", ha remarcado.

El exvicepresidente ha explicado que defiende el derecho de autodeterminación de Cataluña y ha argumentado que éste es "un principio democrático recogido en tratados internacionales" que defiende que "cuando hay una petición ciudadana sostenida en el tiempo se le debe dar una salida política". En su opinión, "cualquier democracia debe defender" el derecho a ser independentista.

"No somos enemigos de nadie"

A la pregunta de su letrado de cómo se puede lograr este objetivo, ha respondido que el medio es "intentar explicarse lo mejor posible y convencer, construir mayorías democráticas y generar consensos en la sociedad". "Queremos convencer. Nos gustaría que nadie nos tuviese como enemigo, como tantas veces se nos trata. No somos enemigos de nadie", ha apuntado.

"Amo a España y a las gentes de España, claro que sí. Lo he dicho muchas veces porque es de verdad", ha añadido, para después destacar que está "convencido" de que "el mejor modo de garantizar la convivencia es un reconocimiento entre iguales que sea fruto de la voluntad democrática de los ciudadanos". "Y si perdemos, lo respetaremos, como siempre", ha subrayado.

La tercera jornada del juicio por el proceso independentista de Cataluñaha comenzado en el Supremo a las diez de la mañana cuando el presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha tomado la palabra para anunciar la decisión de la Sala sobre las cuestiones previas planteadas por las defensas.

Justifica el 1-O porque el Gobierno no negoció

Por otra parte, el exvicepresidente de la Generalitat y presidente de ERC ha justificado ante el Tribunal Supremo los hechos ocurridos durante el otoño de 2017 -con el referéndum del 1-O y la declaración de independencia- en que pese a sus intentos de diálogo que realizó el Gobierno catalán, el Ejecutivo de Mariano Rajoy se negó a negociar. "La silla de enfrente siempre ha estado vacía", se justificó.

Así lo ha afirmado en una manifestación de carácter muy político a preguntas de su abogado Andreu Van den Eynde, que no ha sido cortado por el tribunal a pesar de no referirse a ninguno de los hechos concretos que le imputa tanto la Fiscalía como el resto de acusaciones personadas en la causa.

Junqueras ha recordado que la propuesta de reforma estatutaria fue insuficiente si bien reconocía que el 90 por ciento del Parlamento de Cataluña la apoyó. "Yo voté que no y en ese momento, el 16 por ciento del voto en contra no es que lo hiciera por considerar la reforma excesiva, sino lo contrario, insuficiente", ha remachado.

También se ha referido a la campaña de recogida de firmas contra el Estatuto de Cataluña impulsada por personalidades del PP como la que fuera presidenta del partido en Madrid Esperanza Aguirre -sin citarla expresamente- que a su juicio no eran contra dicha reforma, sino "contra Cataluña".

Ha añadido que la sentencia que dictó el Tribunal Constitucional tras ser recurrida la norma "devastó aquel Estatuto" y dejó a la sociedad en una "situación de orfandad".

Muy gesticulante, en un tono muy cómodo y alejado del que suele darse en un interrogatorio judicial, Junqueras ha insistido en que hubo en todo momento un "esfuerzo de dialogar y conseguir una salida política" a la situación en Cataluña "ante la evidencia de que la propuesta estatutaria ha sido invalidada".

Así, ha recordado que hubo muchas otras propuestas, como hacer una consulta sobre independencia, y se pidieron debates en el Congreso de los Diputados y diálogo en múltiples ocasiones entre 2012 y 2017. "Nuestra propuesta para conseguir una solución política sigue vigente", ha dicho.

Preguntado por su letrado si las propuestas de diálogo lanzadas por otros partidos políticos a lo largo de este tiempo son "meras retóricas", Junqueras ha calificado de "ironía casi cruel" que aquellos que no dialogan "acusen a los que quieren dialogar".

Ha insistido que no hacen más que proproner "honestamente" este diálogo si bien "en la mesa la silla está vacía", lo que no ha ocurrido en el caso de otros conflictos internacionales como los que han enfrentado a Suecia y Noruega o al Reino Unido con Irlanda.

20-S y 1-O

El exvicepresidente de la Generalitat ha destacado también que la concentración ante la Consejería de Economía y Hacienda el 20 de septiembre de 2017 fue "pacífica" y ejemplo de ello fue que se escucharon cánticos religiosos dedicados a la Virgen de Montserrat, identificada como "madre de los españoles".

"La actitud era pacífica, respetuosa, con cánticos", ha respondido Junqueras a las preguntas de su abogado, Andreu Van den Eynde, sobre el ambiente de la manifestación que tuvo lugar esa noche como protesta del registro judicial de la sede de la Consejería que dirigía.

En cuanto al referéndum del 1-O, ha arremetido contra las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado al denunciar que el 1-O actuaron con una "violencia injustificada, innecesaria y que contradecía el mandato judicial" frente al comportamiento "cívico, pacífico y ejemplar" de la población.

"Yo vi y todo el mundo vio y toda la opinión pública nacional ha visto y todos los medios lo recogieron... la violencia con la que se comportaron algunos miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional", ha dicho Junqueras en su interrogatorio.

El 1-O no costó nada a los contribuyentes

Además, Junqueras ha negado que se destinasen fondos públicos a la organización del referéndum del 1 de octubre de 2017 y ha asegurado: "A los contribuyentes no les costó nada".

Junqueras ha asegurado que el 1-O no supuso "ningún gasto ni ningún coste para los contribuyentes ni para nadie" y ha dicho que así lo reconocieron algunos representantes públicos como el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.