La Xunta se une formalmente al frente abierto por PP, Ciudadanos y Vox contra el Gobierno del socialista Pedro Sánchez, al que acusa de "complicidad" con un independentismo catalán que "no oculta su propósito de destruir la España democrática". El conflicto político, por tanto, salta al ámbito institucional, con una declaración formal del Ejecutivo gallego contra Sánchez y el anuncio de la presencia del vicepresidente gallego, Alfonso Rueda, en la manifestación del domingo convocada por las citadas tres formaciones.

El desencadenante del nuevo paso de esta ofensiva política contra Sánchez ha sido la aceptación por parte de este de la presencia de un relator en una mesa de partidos que aborde el conflicto catalán, gesto producido tras la filtración de las 21 exigencias planteadas por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y de la negociación de los primeros presupuestos generales del Estado de Sánchez, que de momento carece de apoyos suficientes para aprobarlos.

El PP estatal cargó contra Sánchez, al que tachó de "felón" y traidor a la Constitución, críticas que también se produjeron en las filas socialistas, si bien los populares también contaron con figuras ajenas al mapa político catalán en sus conversaciones con el independentismo, como el presidente del País Vasco, Íñigo Urkullu.

En ese contexto, la Xunta movió ficha. No solo su vicepresidente, Alfonso Rueda, formará parte de la manifestación del domingo, acompañado del secretario de Organización del PPdeG, Miguel Tellado, sino que ayer aprobó una declaración institucional contra Sánchez.

El Ejecutivo gallego considera que la "propia idea de un mediador" "es un paso más en la cadena de concesiones" de Sánchez. "Del consentimiento delante de posiciones incompatibles con la Constitución se está pasando a la complicidad con ellas", establece la declaración oficial. "Galicia ve cómo un Gobierno que debiera gobernar para todos se está convirtiendo en rehén de los que no esconden su propósito de destruir la España democrática", añade.

A la posición sobre el independentismo, la Xunta añadió su queja por la "grosera discriminación inversora de que es víctima Galicia", en alusión a unos presupuestos que elevan la inversión territorializada en Cataluña y Valencia más de un 50%, mientras se reduce un 19% en Galicia. Pese a ello, el gasto per cápita en esta última es mayor que en las dos anteriores.

Además, la Xunta sostiene que los gestos de Sánchez rompen la tradicional unidad contra los "intentos desestabilizadores" sufridos por la democracia española tras la Transición, período en que el se produjo un intento de golpe de Estado y se mantuvieron los asesinatos de la banda terrorista ETA.

A la pregunta si considera más grave la postura del Gobierno respecto al independentismo que las negociaciones con ETA de otros ejecutivos anteriores, Rueda evitó comparaciones porque "no tiene sentido".

A esta situación se refirió ayer desde Miami el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de viaje institucional a Estados Unidos. "No entiendo cómo el presidente de un Gobierno central se somete al chantaje de un gobierno autonómico que no puede condicionar los derechos de todos", expuso tras reconocer sentirse "agraviado, sorprendido, perplejo y triste".

"Nos parece algo difícil de entender, imposible de explicar y absolutamente impropio de justificar", añadió Feijóo sobre la figura del relator que quiere sumar el Gobierno a la mesa de partidos. Exige a Sánchez "rectificar de forma inmediata su huida a ninguna parte".