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Derechos del niño

"Si de niño te enseñan a ser violento, también lo serás con tus hijos"

Maltrato, acoso escolar y agresiones sexuales, las formas más frecuentes de violencia contra los niños

Los niños forman un colectivo de especial vulnerabilidad. Shutterstock

La violencia contra los menores de edad es una de las lacras más execrables. Y se comete con una frecuencia tal que en 2010 el Comité de Derechos del Niño recomendó a España que desarrollase una ley de la misma profundidad jurídica que la aprobada contra la violencia de género. A finales del pasado año, el Consejo de Ministros validó el Anteproyecto de Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, que aboga por un enfoque "transversal" que incluya medidas preventivas pero también penales, como el hecho de que el plazo de prescripción de los delitos más graves no empezará a contar hasta que la víctima cumpla 30 años.

La Ley es una vieja demanda de organizaciones y profesionales que trabajan en el ámbito de la violencia infantil. En la redacción del borrador que ha servido de pilar del Anteproyecto han colaborado la Cátedra Santander de Derecho y Menores de la Universidad de Comillas y la ONG Save The Children, que destacan que los datos conocidos sobre actos violentos cometidos contra este sector de población representan solo la punta del iceberg de esta preocupante cuestión. "No son casos aislados", coinciden en destacar desde ambas partes.

"Es una ley preventiva, no represiva, para abordar el problema de manera integral", dice Clara Martínez, directora de la Cátedra Santander de Derecho y Menores de Comillas. En efecto, el texto aboga por formar a todos los colectivos que tienen relación con la infancia -profesores, médicos y trabajadores sociales, pero también entrenadores deportivos, policías y jueces- para que aprendan a identificar posibles indicios de violencia contra menores y lo comuniquen de manera obligatoria ante la instancia que proceda.

"A los niños, cuando se les pregunta por violencia, hablan del acoso escolar", dice Clara Martínez, directora de la Cátedra Santander de Derecho y Menores de la Universidad de Comillas

Universidad de Comillas

De hecho, el Anteproyecto establece "el deber de cualquier persona que advierta una situación de desprotección, riesgo o violencia sobre un menor a comunicarlo ante la autoridad competente. Y si los hechos pudieran ser constitutivos de delito, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al Ministerio Fiscal o a la autoridad judicial".

"Los niños forman un colectivo de víctimas de especial vulnerabilidad. La violencia contra ellos es algo estructural. Según los datos de Interior, una de cada dos delitos sexuales afecta a menores", explica Ana Sastre, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save The Children, que resalta la importancia de que las campañas de concienciación incidan no solo en los adultos, sino también en los propios niños, "para que sepan como pedir ayuda".

¿Cuáles son los delitos a los que están más expuestos los menores de edad en España? El Sistema Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior recogió en 2017, dentro de la categoría de 'Homicidios dolosos/asesinatos', un total de 38 muertes violentas de menores de edad. Los malos tratos, tanto en el ámbito familiar como fuera de él, así como las lesiones -categoría penal en la que se incluyen casos de acoso escolar que sean constitutivos de delito - son las amenazas más comunes para los menores, sin olvidar por supuesto las vinculadas a las agresiones y abusos sexuales, siendo estos últimos especialmente graves en el caso de las adolescentes.

El acoso escolar o 'bullying' es, probablemente, una de las situaciones que más les afecta, tanto por la condición de víctima como también la de ser testigo de algún caso. "A los niños, cuando se les pregunta por violencia, hablan del 'bullying'", indica la directora de la Cátedra Santander. "Los adultos pensamos que son cosas de niños, que son así... Y no nos damos cuenta de que construimos patrones que los niños asimilan y luego reproducen en otras situaciones cuando son mayores". Para esta experta de la Universidad de Comillas, el niño acosador es también, en muchos casos, víctima de este problema o ha crecido asumiendo como normal esta conducta por haber convivido con ella. "Los niños que sufren acoso salen mejor o peor parados de esa tesitura, pero algunos se suicidan y otros arrastran problemas psicológicos toda la vida", añade. "Si cuando eres niño te han enseñado que la violencia es la manera de comportarte, es más probable que también lo hagas con tus hijos", resume gráficamente Ana Sastre.

Reconocer las señales de que un niño está siendo sometido a acoso en la escuela o una situación de malos tratos en el espacio doméstico puede no ser sencillo. "Es fundamental detectar cambios y si el niño realiza comportamientos no habituales", dice la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save The Children. Un niño triste, que pase de ser extrovertido a aislarse, que somatice en su cuerpo los problemas - por ejemplo, con dolores estomacales o intestinales -, que acuda a clase con signos de falta de higiene o que empeore sus notas escolares pueden estar siendo víctima de alguna forma de violencia, subrayan ambas expertas.

El aumento del acoso a través de las nuevas tecnologías está alarmando a los expertos. Shutterstock

¿Existe un contexto social que hace ahora más probables los casos de violencia contra los menores? Algunas voces sugieren que no tienen por qué ir vinculadas a situaciones familiares de exclusión social o pobreza, mientras que otras sí aprecian relación entre el estilo de vida de nuestros días, marcado por el estrés y las urgencias, y el maltrato infantil. "La crisis económica que hemos vivido y las presiones derivadas de problemas como el paro o el acceso a la vivienda hacen que tendamos a ser más agresivos. Si se mejorara la lucha contra la desigualdad también progresaría la lucha contra la violencia infantil", resalta Ana Sastre.

El texto aprobado por el Consejo de Ministros incluye una nueva categorías de delitos contra menores y adolescentes cometidos a través de Internet. Estos incluyen "la incitación al suicidio, a la autolesión, a la comisión de delitos contra la libertad e indemnidad sexual o la promoción o facilitación de trastornos alimenticios". Se trata de problemas que, en opinión de Clara Martínez, se "amplifican" por el efecto de las nuevas tecnologías, "un mundo en el que a los adultos se nos escapan muchas cosas y en el que el daño que se les puede hacer a los niños puede ser enorme".

Para la directora de la Cátedra Santander de Derecho y Menores de la Universidad de Comillas, en los casos de suicidio y otros relacionados con el problema de la violencia infantil, el principal obstáculo es que "el niño cree que no se le va a creer". "No nos terminamos de creer la palabra de un menor de edad, no le damos importancia a lo que nos está contando. Tienen la sensación de que se hubieran encontrado a alguien a quien acudir para contarle sus problemas, lo habrían hecho", señala. En este sentido, la norma aprueba la creación de una figura, la del coordinador de bienestar y protección, que en cada centro educativo se encargará de vigilar la correcta aplicación de los protocolos de actuación y notificación ante indicios de acoso y violencia, si bien quedan aún por definirse sus funciones concretas.

"Es esencial que el niño aprenda a identificar los problemas y que reciba una educación afectivo-sexual adaptada a cada edad", explica Ana Sastre, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save The Children

Save the Children

Las posibilidades de difusión que ofrece Internet han facilitado el acceso de los menores a contenidos de índole sexual, imágenes que pueden constituir en ocasiones la raíz de un comportamiento futuro ligado a la comisión de agresiones y abusos. Para intentar atajar este problema, y en clave preventiva, el Anteproyecto indica que los niños recibirán una educación afectivo sexual "adaptada a su nivel madurativo, orientada al aprendizaje de la prevención y evitación de toda forma de violencia", con el fin de ayudarles a reconocerla y reaccionar frente a la misma. Un aspecto fundamental para las ONGs. "El abuso sexual se ejerce cuando el adulto le transmite al niño que eso es normal, y que los papás y mamás lo hacen también. Es esencial que el niño aprenda a identificar los problemas y que reciba una educación afectivo-sexual adaptada a cada edad. La sexualidad forma parte también de nuestros hijos. No podemos dejarle esa faceta a Internet", subraya la responsable de Save The Children.

En el ámbito penal, la norma busca ampliar el plazo de prescripción de los delitos más graves contra los menores. Actualmente, comienza a contar a partir de los 18 años y se pretende que en los casos relativos a tentativa de homicidio, delitos sexuales, lesiones gravadas, maltrato habitual y trata de seres humanos el plazo de prescripción no empiece a contar has que la víctima cumpla los 30 años.

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