La secretaria general de los socialistas andaluces, Susana Díaz, adelantó ayer en rueda de prensa su intención de repetir como candidata a la presidencia de la Junta en las próximas elecciones. El anuncio llega 24 horas después de que el jueves anunciase, tras el pacto de PP y Vox, que renuncia a la investidura y dirigirá la oposición en el Parlamento andaluz.

Preguntada respecto al apoyo de la dirección nacional a estas intenciones, Díaz manifestó que ha trasladado su decisión al líder socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en quien, aseguró, ha encontrado "apoyo y cariño".

La jefa de filas del PSOE andaluz resaltó que no tienen ninguna "discrepancia en materia orgánica" ni con Sánchez ni con el resto de la dirección, sobre todo, porque, dijo, todos los socialistas andaluces están del lado de la ejecutiva que preside Sánchez, su antiguo rival en las primarias.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, introdujo una matización al afirmar que Díaz "está en su derecho" de querer liderar al PSOE en la oposición, aunque el futuro del partido en la región, añadió, "lo decidirán sus 40.000 militantes".

Díaz reivindicó "la fortaleza enorme" que le da haber vuelto a ganar las elecciones 36 años después que el PSOE andaluz lo hiciera por primera vez, aunque ahora haya sido sin apoyos suficientes para seguir en el Ejecutivo. "Eso lo reconocen en Ferraz y en todos los lugares de España", sentenció, en un intento de disipar dudas.

El PP y Cs mantuvieron, entre tanto, nuevos contactos para cerrar tanto la estructura como los nombres de los consejeros de su futuro Gobierno, que quieren tener listos a principios de semana, ya que la sesión de investidura del popular Moreno Bonilla será el martes y el miércoles. El líder andaluz de Cs, Juan Marín, explicó que los dos partidos están "atascados" en la reorganización de la administración andaluza, que, auguró, "va a ser una tarea muy complicada".

Vox, el socio parlamentario del Gobierno, cuyas relaciones son muy tirantes con Cs, se mostró muy molesto por la calificación de "papel mojado" que el líder de los naranjas, Albert Rivera, ha dado al pacto del PP con la ultraderecha. Tanto su presidente, Santiago Abascal, como su secretario general, Javier Ortega, instaron a Cs a aclarar cómo gobernará con el PP, ya que, advirtieron, un boicot a su pacto con los populares provocará una crisis de Gobierno y llevará a nuevas elecciones.