El excomisario José Villarejo amenaza al presidente Pedro Sánchez con desvelar presiones a los jueces de la Audiencia Nacional para frustrar la investigación de asuntos relacionados con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En un carta dirigida al jefe del Gobierno, Villarejo atribuye al director del CNI, Félix Sanz Roldán, su actual situación, en prisión preventiva desde hace más de un año y sin expectativas de obtener la libertad, y convertido en "el enemigo público número uno del país" como resultado de una de las campañas de propaganda "más feroces".

"Señor presidente en mi defensa no tendré más remedio de forma inminente (...) que explicar por qué se ha permitido que se amenace a determinados jueces de la Audiencia Nacional con datos de su intimidad para que dejen de investigar temas que afecten al CNI", advierte el excomisario en su carta a Sánchez. Dada su "desesperación", se verá obligado a relatar, añade, por qué se permite que el director del CNI, Félix Sanz Roldán, "trabaje en contra de los intereses nacionales y a favor de potencias extranjeras como Venezuela" o se consiente "que se filtren datos contra nuestros monarcas". Villarejo denuncia una conexión del responsable del CNI con la Fiscalía Anticorrupción, que ejerce la acusación contra el excomisario en el "caso Tándem", así como una supuesta protección a "magnates mediáticos independentistas".

El excomisario identifica a Félix Sanz Roldán como el origen de todos sus males y explica la "sinrazón de ese odio" hacia él por el hecho de que el máximo responsable del CNI se sienta "traicionado al no haber cumplido el trabajo que en su momento me encomendó: recuperar todos los documentos en poder de la princesa Corinna". La ministra de Defensa, Margarita Robles, advirtió tras conocerse la carta que "ni este Gobierno, ni el Poder Judicial, ni el Estado de Derecho van a aceptar amenazas de nadie".