El Rey reclamó ayer respeto para las sentencias judiciales cuando faltan pocas semanas para el comienzo del juicio del "procés". La vista, aún sin fecha, pero inminente, no asomó a las palabras del monarca ni a las del presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. No hizo falta: al "indispensable" respeto reclamado por Felipe VI se unió la defensa del "irrenunciable" imperio de la ley que hizo Lesmes.

Además, ambos intervinieron en el acto de entrega de despachos a la 68º. promoción de la carrera judicial, ceremonia que suele celebrarse en Barcelona pero que ayer tuvo lugar en la sede de la Real Academia Española, en Madrid, con motivo de los 40 años de la Constitución.

Entre tanto, ante la sede del Tribunal Supremo, que Lesmes preside y que juzgará a los 12 acusados en el juicio del "procés", fueron detenidos ocho jóvenes independentistas, simpatizantes de Arran, organización ligada a la CUP. Llegaron a lanzar dos botes de humo, y pretendían encadenarse a una verja próxima a la entrada por la que acceden jueces y magistrados cuando fueron arrestados por la Policía.

Acompañando al Rey y a Lesmes estuvieron la ministra de Justicia, Dolores Delgado; el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Miquel Esquius, quien, en el cóctel posterior, saludó con cordialidad a Felipe VI y conversó con Grande-Marlaska.

En su discurso, don Felipe defendió la "plena legitimidad" e independencia de los jueces. Y pidió a los integrantes de la 68º. promoción que en sus resoluciones tomen la Constitución "como norma fundamental de nuestra convivencia que inspira el resto del ordenamiento jurídico y que nos asegura un escenario cierto, sólido y fiable de derechos y libertades". Y prosiguió: "La función de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, atribuida en exclusiva a un poder del Estado, independiente y plenamente separado de los demás poderes, así como el respeto a las resoluciones dictadas por los órganos judiciales, son condiciones indispensables en cualquier democracia que se precie de serlo".

Por otro lado, el expresidente Mariano Rajoy será citado a declarar como testigo en el juicio del "procés" si, como es previsible, las defensas de los acusados así lo piden cuando presenten sus escritos con la petición de prueba. El Supremo quiere ser garantista en este aspecto y citar a todos los testigos que se soliciten, cuyo número podría rondar el millar