El lehendakari, Iñigo Urkullu, llamó en su discurso de Fin de Año a "trabajar un nuevo consenso" que asegure "la convivencia en un marco plurinacional" ante "la fragilidad del modelo de Estado". Urkullu mostró su confianza en que se avance en el autogobierno de Euskadi e instó a hacer cesiones porque "la tensión, la confrontación y el distanciamiento permanentes", dijo, no son "una opción".

El lehendakari resaltó "el logro histórico" de la disolución ETA, pero añadió que su Gobierno no se "conforma" con la desaparición de la banda y expresó su compromiso "con la memoria, las víctimas y la convivencia".

Por su parte, el presidente del Gobierno asturiano, el socialista Javier Fernández, reivindicó el valor de la Constitución Española y dijo que la democracia supuso un "despliegue de derechos, libertades y avances sociales que jamás habíamos alcanzado". A pesar de todo, lamentó que hay quienes "la deslegitiman" mediante una "demolición sistemática" de la transición, refiriéndose a los nacionalistas.

Por último, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, defendió que la libertad en España "está por encima de cualquier ideología política" y representa los logros alcanzados por las últimas generaciones "y los que necesitan las próximas".