El líder del PP, Pablo Casado, ha manifestado este jueves su "indignación y preocupación" por la reunión que han mantenido el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente catalán, Quim Torra, que le ha producido "vergüenza ajena" y "pena".

En su intervención en la cena de Navidad del PP de Madrid, Casado ha reprochado que Sánchez haya recibido a quien ha calificado de "racista, supremacista, absolutamente desequilibrado", en referencia a Torra, porque "¿cómo puede tener equilibrio mental alguien que pide un confrontación civil?" ha cuestionado sobre la propuesta del presidente catalán de una vía eslovena.

Ha añadido que el presidente catalán si quiere puede querellarse contra él por decir esto, pero quien tendría que estar en los tribunales es Torra por "alentar la kale borroka de los CDR".

"Por desgracia, la situación de España es crítica", ha afirmado Casado, antes de asegurar que le ha provocado "pena" ver como Sánchez ha ido a reunirse con Torra y le ha saludado con un protocolo "prácticamente de un jefe de Estado" y con una negociación previa para el encuentro que ha sido como "entre embajadas".

También ha criticado que Torra haya acudido a la reunión en Pedralbes con un lazo amarillo, al igual que al encuentro que tuvo con Sánchez en La Moncloa, un símbolo con el que "insulta a la democracia española porque dice que hay presos políticos y que no hay democracia".

Casado ha lamentado que Sánchez haya instado a los independentistas, en su última comparecencia en el Congreso,a conseguir una mayoría en el Parlament para un nuevo Estatuto, una "lamentable ignominia" del presidente para "seguir pagando el alquiler de La Moncloa".

Por eso, ha dicho sentir también "indignación", tras ver como se ha aprobado este jueves la senda de estabilidad y el techo de gasto con el apoyo de los partidos independentistas.

Y ha advertido contra un presidente que "por perpetuarse en el poder es capaz de aliarse con quienes quieren romper España" la nación que representa y por la que ha jurado la Constitución y defender la legalidad.

Así, ha concluido que siente "vergüenza, indignación y preocupación" por lo que está pasando en España, con un Gobierno que pacta con "los partidos más radicales y más en la ilegalidad que hemos visto".