"Tenemos la responsabilidad y debemos ser el dique de contención de la extrema derecha en Andalucía, para que esto no se reproduzca en el resto de procesos electorales" que están por venir. Este mensaje de la ganadora y, a la vez, gran perdedora de la noche electoral andaluza, Susana Díaz, fue el que lanzó posteriormente José Luis Ábalos desde la sede socialista de Ferraz.

La candidata del PSOE aseguró, tras conocerse los resultados electorales y la baja participación en estos comicios, que era "una noche triste porque muchos ciudadanos prefirieron quedarse en casa". Su rostro y los de su equipo reflejaban su estupor, a la vez que tristeza. Son los peores resultados electorales de la historia socialista en Andalucía.

El PSOE ganó, pero se quedó con 33 escaños, dejándose 14 en el camino (perdió 400.000 votos) . "Hemos sido el partido más votado, ganando en siete de las ocho provincias y sacando siete puntos al segundo y diez al tercero", inició Díaz su comparecencia. Y admitió, "por evidente, el retroceso de la izquierda". Pero acto seguido entró en materia para referirse, sin nombrarlo en ningún momento, a Vox. "Lo más grave es que ha entrado la extrema derecha en España. El fenómeno que se estaba produciendo en el resto de Europa y del mundo entra en España por Andalucía". E hizo su propuesta, su llamamiento de diálogo a "todas las fuerzas constitucionalista para parar a la extrema derecha".

Susana Díaz no ocultó su objetivo: "Impedir que (Vox) entre con contundencia en el gobierno andaluz, con su discurso xenófobo que justifica la violencia contra las mujeres y contra los inmigrantes".

La candidata socialista pidió "al resto de partidos constitucionalistas" que se pronuncien claramente sobre sus intenciones. "Que digan si están dispuestos a que la mayoría parlamentaria la condicione un partido de extrema derecha", les retó. Y volvió a llamar al diálogo para que "la extrema derecha no decida el gobierno de Andalucía".

Pedro Sánchez, que vivió ayer sus primeras elecciones como presidente del Gobierno, siguió el escrutinio de los comicios andaluces desde Ferraz junto a otros dirigentes socialistas y ministros de su Ejecutivo. Entre ellos estaba la vicesecretaria general del partido y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra; el titular de Fomento y secretario de Organización, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.

También acudieron el portavoz en el Senado, Ander Gil, y otros miembros de la ejecutiva, como el secretario de Cultura, Iván García del Blanco; la de Mayores, María Jesús Castro; el exalcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez Salas, y el responsable de Juventudes Socialistas, Omar Anguita.

Después de que Susana Díaz compareciera en el hotel en el que el PSOE andaluz se concentró para seguir el escrutinio, José Luis Ábalos fue el encargado de hacerlo en la sede madrileña del partido. Su cara también era un poema, y el mensaje fue en línea con el que había lanzado la candidata andaluza, con la mente puesta en el calendario de elecciones que se plantea el año próximo en el conjunto del país.

En una declaración sin preguntas en la sede del partido en Ferraz, ha reconocido el "retroceso" que ha experimentado el PSOE-A y que dirigentes socialistas de la dirección federal atribuyen en parte a una campaña de excesivo perfil bajo, que se ha traducido en una baja participación que tradicionalmente perjudica a la izquierda.