El exministro de Justicia Rafael Catalá disculpó ayer a la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal porque considera que, en las conversaciones filtradas con el excomisario José Villarejo, lo que ella hacía era su trabajo para "intentar tener su casa ordenada". "Ella estaba haciendo su trabajo de intentar que su casa esté ordenada", dijo el exministro y actual secretario de Justicia y Administraciones Públicas del PP en una entrevista en TVE al ser preguntado sobre la salida de la política de su compañera, con la que coincidió en el Gobierno de Mariano Rajoy.

Tras mostrar su sensación de "pena" y "tristeza" por el adiós de Cospedal, a la que calificó como una "mujer brillante", Catalá consideró "muy injusto" que los treinta años que ha dedicado al servicio público acaben de esta manera por unas grabaciones.

"Si alguien considera que eso es inadecuado, bueno, pero que eso contamine toda una carreta es injusto e impropio. No me extraña que no haya gente que se quiera dedicar a lo público", añadió el exministro, que lamentó que una carrera de "generosidad" como la de Cospedal tenga que acabar así, "casi humillada".

Catalá coincidió con el vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, en que es "inadecuado" espiar a un compañero -en las grabaciones filtradas el marido de Cospedal pidió un "dossier" a Villarejo sobre el dirigente popular Javier Arenas-, si bien para el exministro eso no fue un espionaje.

"Yo creo que Cospedal no espió, sino que pidió información sobre una fundación y sobre su funcionamiento", interpretó.

Por otro lado, la Fiscalía Anticorrupción está aún a la espera de la documentación que reclamó hace dos meses al juez del "caso Villarejo", Diego de Egea, sobre el presunto pago de comisiones ilegales en la obra del AVE a La Meca para poder decidir si presenta una querella por estos hechos por delitos de corrupción. Anticorrupción hizo esta petición a principios de septiembre, cuando solicitó al juez el archivo de la pieza "Carol" en la que se investigaba la grabación de un encuentro en Londres entre el excomisario y la amiga de Juan Carlos I Corinna zu Sayn-Wittgenstein en 2015, antes de la abdicación del monarca, por lo que en ese momento el rey emérito era aún inviolable.

El juez, en un auto de septiembre, acordó el archivo solicitado y accedió a remitir a la Fiscalía la documentación, que, sin embargo, aún no le ha sido enviada.

De las revelaciones de Corinna, la Fiscalía solo ve indicios de un delito en las transacciones internacionales en las posibles comisiones pagadas en la adjudicación del AVE, si bien cree que estos hechos se deben investigar en una causa aparte.