La ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, anunció ayer su renuncia a seguir como diputada. Anticipa así una decisión que pensaba materializar antes de fin de año aunque "nunca pensé que lo fuera a hacer en un ambiente así", afirma en un comunicado. La dimisión como diputada tiene como objetivo "liberar al PP de cualquier ataque, por injustificado que sea".

El resto de los partidos venían reclamando su salida del Congreso después de que trascendieran las grabaciones de sus encuentros con el excomisario Villarejo. El policía, ahora en la cárcel, ofreció a la entonces secretaria general del PP seguir al hermano del ministro Rubalcaba para contrarrestar la investigación del caso Gürtel. Cospedal defiende esos contactos y considera que no hizo "nada por lo que deba sentirme avergonzada". Afirma que cometió "muchos errores" en su vida, pero sus contactos con Villarejo hace nueve años "no es uno de ellos". Asume, sin embargo, que se equivocó al pedir a su esposo, Ignacio López del Hierro, que la ayudara en un encuentro que "no era fácil".

La exsecretaria general asegura que tenía pensado abandonar la política desde el último Congreso Nacional del PP, celebrado en julio pasado, algo que hubiera hecho "dentro de unos días", al término "de una transición ordenada de sus responsabilidades". La renuncia al escaño del Congreso de los Diputados se produjo apenas dos días después de su salida de la dirección del partido.