El presidente del PP, Pablo Casado, ha asegurado este domingo que "sin duda alguna" hay un "golpe de Estado" en Cataluña porque no tiene por qué "ser armado", ya que la "fuerza es hacer un pronunciamiento de independencia contra la Constitución". Eso sí, ha aclarado que no llamó "golpista" al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante el Pleno del Congreso celebrado hace una semana y que provocó que Moncloa anunciara que rompía relaciones con el líder 'popular'.

En una entrevista en la Sexta, recogida por Europa Press, Casado ha acusado al Gobierno socialista de estar dando "instrucciones" para que no se acuse a los "políticos presos" de un delito de rebelión y ha añadido que el propio Tribunal Supremo ha denunciado esas "presiones explícitas". A su entender, es "intolerable" porque un Gobierno "no debe presionar a los jueces ni debe dejarlos tirados" como "dejó al juez Llarena".

Al ser preguntado si cree que Sánchez es un golpista, Casado ha afirmado que él "no dijo eso" en el Pleno del Congreso del pasado miércoles sino que considera que el presidente del Gobierno es "partícipe y responsable" de lo que está sucediendo en Cataluña. Además, se ha mostrado convencido de que la situación es "peor" que hace un año y ha defendido de nuevo la aplicación de un artículo 155 de la Constitución "el tiempo que haga falta". "No es un 155 más duro sino que sea eficaz", ha exclamado

Tras asegurar que con el nacionalismo y el independentismo "no hay nada que negociar" porque "siempre han engañado" y "no aceptan otra cosa que no sea la independencia", ha indicado que los españoles "cada vez" echan "más de menos" al PP y ha rechazado de plano que el partido haya girado a la derecha.

"No hemos radicalizado ningún discurso", ha enfatizado el presidente de los 'populares', para agregar que el centro "no es moverse de sitio" sino "ampliar espectro electoral".

En este sentido, preguntado por Vox, Casado ha asegurado que comparte algunas ideas con la formación liderada por Santiago Abascal como, por ejemplo, la unidad de España. Eso sí, ha dejado claro que hay otras muchas, como la supresión de las autonomías, que no defiende.

El líder de los populares ha rechazado definir a Vox en el espectro electoral, ya que cree que lo que se busca con ello es que su formación se retrate. "Me parece que hay cierto interés en que se hable de ellos cuando llevan 10 años presentándose a elecciones. Es lo típico de vamos a hablar de algo y que lo califique el PP", ha aseverado.

Con Rajoy

Preguntado sobre cuándo fue la última vez que habló con el expresidente del Gobierno y de su partido Mariano Rajoy, Casado ha explicado que conversó con él este mismo sábado. "Siempre que vamos a coincidir le llamo", ha apuntado.

No obstante, como ha matizado Casado, esta vez no se produjo ningún encuentro con Rajoy pese a que ambos se encontraban en Sevilla, donde se celebró la XXIII Unión Interparlamentaria Popular, un foro de debate que reunió a parlamentarios del partido.

El presidente del PP no invitó a Rajoy al acto porque se trataba de un acto "muy interno". "Entendí que él estaba allí por un tema personal con su mujer y amigos. Además la Interparlamentaria no es un lugar para invitar a un expresidente", ha añadido.

Casado, que se ha visto "varias veces" con su sucesor en los últimos meses, ha confesado que habla "a menudo" con Rajoy "para cuestiones que estaban en trámite" durante su última etapa al frente del Ejecutivo. "Tenemos una relación estupenda", ha remachado.