El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha pedido este miércoles una "mediación internacional para encontrar una solución política a la situación actual de Cataluña", y ha criticado que el Estado no está respetando derechos fundamentales de los catalanes.

Desde Ginebra (Suiza) y a través de la conferencia 'An International Mediation for Catalonia', ha criticado al Gobierno central y también a Felipe VI, alegando que se ha portado como "un hooligan".

"¿Cómo podemos confiar en un Gobierno que protege a un Rey que, en vez de ser un árbitro, se ha comportado en el último año como un 'hooligan' con una corona?", ha dicho.

Y al pedir que haya mediación, ha dicho: "No estoy aquí para poner presión a la federación suiza, sino para explicar por qué una mediación internacional sería tan necesaria".

Ha recordado que actualmente residen en Suiza la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la exdiputada de la CUP en el Parlament Anna Gabriel -ambas se fueron al país helvético para no comparecer ante el Supremo- y ha agradecido la actitud del país hacia las dos: "Cataluña nunca olvidará vuestra actitud".

El presidente catalán ha expuesto qué papel debería tener este mediador: buscar activamente una solución política al conflicto y, si eventualmente se acuerda esta solución, velar para que ésta "se cumpla".

Ha añadido que busca hacer "presión política pública para hacer posible esta mediación", y que el rechazo hasta ahora del Gobierno central a que haya una mediación no puede ser excusa para que los actores internacionales no quieran tener un papel constructivo.

"Sin mediación la cuestión catalana empeorará y seguirá centrando toda la atención política en España. Si Cataluña centra todo el debate no hay espacio para debatir otra muchas cuestiones, como la educación y la tasa de abandono escolar", ha argumentado.

Además, ha expuesto que Europa debería ser la primera interesada en que Cataluña no centrara todo el foco político en España, ya que la UE necesita que España se centre en "estar preparada para la próxima recesión".

Referéndum, limpio y rápido

Torra ha insistido en su propuesta para desencallar la situación política en Cataluña: un referéndum al estilo de Escocia sería "una solución limpia y rápida", mientras que ve inviable una reforma constitucional, ya que los catalanes son minoría y no verían reconocido el derecho de autodeterminación, ha alegado.

"O España deja marchar a Cataluña o negocia de buena fe. Cualquier otra acción no es viable", y ha avisado de que llevará este mensaje en todos los foros y actos internacionales en los que le sea posible participar.

Ha reivindicado que Suiza celebra referéndums constantemente para votar sobre diferentes cuestiones y ha lamentado que Cataluña no pueda celebrar uno sobre la independencia: "En Suiza celebrar un referéndum es una rutina democrática. En Cataluña un referéndum puede ser castigado con violencia y con prisión".

En un acto organizado por la Universidad de Ginebra, Torra ha asegurado que en la sociedad catalana hay tres consensos que aglutinan al "80% de la población": el apoyo a un referéndum; el rechazo a la monarquía, y el rechazo a la situación de cárcel de los presos soberanistas.

Sobre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho que "es cierto de que habla más sobre diálogo" que su antecesor, Mariano Rajoy, pero ha criticado que no muestra voluntad de ir más allá de estas meras apelaciones.

Torra ha defendido que después de ocho años de proceso soberanista, las principales cifras de la economía catalana "son muy positivas" y ha detallado que Cataluña ha tenido crecimiento en 19 trimestres consecutivos y que hay más exportaciones que nunca.

Ha criticado que el Gobierno central aprobó un decreto que facilitaba que empresas catalanas trasladaran su sede fuera de Cataluña y que, según informaciones periodísticas, el Rey y el Ejecutivo hicieron un llamamiento para que las compañías se fueran y promovieron la retirada de depósitos en bancos catalanes "para provocar una crisis económica".

También ha dicho que, si el Gobierno central no se mueve, los catalanes "no aceptarán" sentencias condenatorias a los dirigentes independentistas encarcelados, porque votar no es delito, ha alegado.

Experta en mediaciones

También ha intervenido la presidente honorífica de la ONG Appel de Genève y experta en negociaciones en situaciones de crisis, Elisabeth Decrey Warner, que ha argumentado que la mediación internacional es diferente en cada caso y "no hay un manual de instrucciones único".

Ha avalado que Torra solicite una mediación internacional, pero ha señalado que, para que fructifique, debe ser aceptada por los actores en conflicto, y, si así fuera, ambas partes deberían estar dispuestas a "hacer concesiones".

Ha apuntado a qué perfiles pueden ejercer de mediadores: un país en concreto, un organismo o una personalidad aceptada por las partes, y ha concluido que, si fructificara alguna propuesta, los dos partes deberían comprometerse a aplicar la solución.